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Antonio Hernando intenta frenar la indisciplina del PSOE ante la investidura de Mariano Rajoy

Antonio Hernando y Javier Fernández pretenden frenar lo que sería la indisciplina más clamorosa en los últimos años del Congreso de los Diputados
Antonio Hernando y Javier Fernández pretenden frenar lo que sería la indisciplina más clamorosa en los últimos años del Congreso de los Diputados

Antonio Hernando, portavoz del Partido Socialista en el Congreso, ha enviado una carta a los 84 diputados del partido. En ella les recuerda que deben obedecer la resolución aprobada en el comité federal, por la cual tendrían que abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Se sabe que 15 diputados ya han declarado que no se abstendrán en la investidura del candidato del Partido Popular. Los 7 diputados del Partido Socialista de Catalunya (PSC) son la punta de lanza de la última de las rebeliones internas. Estos diputados llegan a señalar que la gestora que dirige Javier Fernández quiere secuestrar al grupo parlamentario aunque aumenten las voces disidentes. A las 16 horas de la tarde estaba previsto una reunión en pleno del grupo parlamentario socialista antes de que comience la primera jornada del proceso de investidura. El objetivo de la reunión es que acepten todos los parlamentarios la abstención y que no se abra en canal el partido de nuevo.

Antonio Hernando advierte a los diputados socialistas que la abstención mínima no es una opción

Antonio Hernando hace un alegato de las instituciones del Partido Socialista, de los Estatutos y los Reglamentos del Grupo Parlamentario en la misiva. Por el Reglamento del Grupo Parlamentario Socialista, se faculta al Comité Federal realizar un mandato expreso sobre el sentido del voto en la sesión de investidura. Antonio Hernando ha sido mantenido en las estructuras directivas del PSOE tras la dimisión del que era su “amigo político”, Pedro Sánchez. De hecho, ha sido ascendido a presidente del grupo parlamentario.

Artículo 4:

  1. Los miembros del Grupo Parlamentario Federal del PSOE asumen y están obligados a acatar la Declaración de principios y resoluciones aprobados en el Congreso Federal del partido.
  2. Asimismo en el ejercicio de sus funciones aplicarán las resoluciones y acuerdos adoptados expresamente por los órganos de dirección del partido.
  3. Para aquellos supuestos en los que no existiere acuerdo o resolución de los órganos de dirección del partido, la disciplina parlamentaria se basará en el respeto a los acuerdos debatidos y adoptados por mayoría en el seno del Grupo Parlamentario.

Reglamento de Asambleas del PSOE

“Como sabes, el reglamento del grupo parlamentario socialista, en coherencia con las previsiones y obligaciones previstas en los estatutos federales del partido, recoge en su artículo 17 que el pleno del grupo parlamentario es competente para decidir sobre las cuestiones en las que deban pronunciarse las Cámaras, siempre que el comité federal o la comisión ejecutiva federal no hubieran manifestado con anticipación una determinada directriz”, defiende en la carta Antonio Hernando.

Artículo 17:

El Pleno del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso y del Senado entenderá de cuantas cuestiones puedan plantearse en la actividad parlamentaria. Asimismo, y ‘a propuesta del Comité Director o de cualquiera de los miembros del Grupo, decidirá sobre aquellas en las que deban pronunciarse las Cámaras, salvo que el Comité Federal o la Comisión Ejecutiva Federal hayan manifestado con anticipación una determinada directriz.

Reglamento Interno del Grupo Parlamentario Socialista

No obstante, Antonio Hernando ha tenido que aclarar que la posibilidad de acordar la libertad de voto por razones de conciencia es imposible, ya que lo dispuesto en el artículo 33 solo puede aplicarse cuando la decisión sobre el sentido del voto corresponde al propio grupo parlamentario. Odón Elorza, en declaraciones, que dijo el 24 de octubre que “votaré que NO a Mariano Rajoy por razones de conciencia”.

La guerra entre la gestora del PSOE y el PSC

La gestora del PSOE y el PSC están teniendo un pulso estos días en el seno del partido. Dos de los miembros de la gestora ya han mostrado su malestar porque el comunicado por el que se negaba a la posibilidad de abstención de los diputados del PSC de forma unilateral. El comunicado calificaba como “ruptura unilateral” la decisión del PSC y los miembros de la gestora disidentes afirman que ese comunicado no es representativo porque ellos lo han conocido por los medios.

“Ni hubo reunión de la gestora ni se nos llamó ni se nos pidió reunión… No se respeta ni la norma mínima de reunir al órgano, donde aparte, son mayoría los partidarios de la abstención. Se han olvidado las formas y se envió un comunicado que no representa a toda la gestora”, ha declarado Ocón, secretario de Organización del PSOE en La Rioja.

La partitocracia se revuelve contra sí misma

La guerra interna del PSOE por abstenerse o no abstenerse ante la investidura de Mariano Rajoy es resultado de 40 años en los que la derecha y la izquierda en España no estaban diferenciadas por más que símbolos y tópicos. Las medidas reales que el Partido Socialista y el Partido Popular han tomado sobre el papel son las mismas e igual de perniciosas para la sociedad. Ahora que los ciudadanos buscan un matiz diferente a la corrupción política del PP, no pueden encontrarlo en el PSOE porque están colaborando con el supuesto enemigo político. Iñaki Gabilondo, un periodista muy lejos de ser cercano al carlismo, lo ha dicho muy bien cuando en Mayo ya advertía que el PSOE se abstendría “con o sin Pedro Sánchez”. Unas terceras elecciones hubieran destruido definitivamente a los socialistas. Por eso, con afán de hacer tiempo, se ha descabezado a Pedro Sánchez y se ha puesto a una gestora que no puede hacerse todavía con las riendas de esta batalla campal algo más calmada que hace unas semanas.

Los carlistas, lejos de inmiscuirnos en estas peleas, tenemos la conciencia de que esto es resultado de la partitocracia, en la cual, la guerra de poder y el olvido de la ciudadanía es una de sus consecuencias necesarias. En todas las tiranías partidistas, como la URSS, ha habido grandes purgas para adaptarse a uno de los grupos de poder reinantes y oligárquicos. Nosotros, en cambio, reclamamos el fin de los partidos como estructuras dictatoriales, a favor de grupos y comuniones ideológicas que sirvan a los ciudadanos más directamente, conectando con sus necesidades reales.

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