Los gobernantes de Polonia, Perú y Rusia hablan abiertamente de Dios y sin complejos
Este año hemos podido contemplar algo insólito. El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, consagra su país al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, ha levantado una estatua de 11 metros de san Vladimir de Rusia, gobernante que se convirtió a la fe en Jesucristo y evangelizó Rusia entera. Esto contrasta con la tendencia generalizada en los países europeos y norteamericanos, que defienden un laicismo muy fuerte en política. La última noticia ha sido que se celebrará mañana sábado 19 de noviembre un acto jubilar de reconocimiento de Jesucristo como Rey y Señor de toda Polonia, de los corazones de los polacos y de sus familias. En ese acto, organizado por la Conferencia Episcopal del lugar, acudirán las autoridades del Estado y el pueblo en general.
Polonia es un pueblo cristiano
El propósito principal de este Acto –como escribe el obispo Andrzej Czaja, presidente del Comité de Movimientos para la Entronización KEP–, es el hecho de reconocer con fe el reinado de Jesucristo, entregarle y abandonarle confiadamente la vida personal, familiar y de toda la nación en todas sus dimensiones, para vivir de acuerdo con la ley de Dios. Como tal, debería ser por lo tanto también un acto de justicia, en el sentido de entregar a Dios aquello que le corresponde, y al mismo tiempo, es un acto de obediencia a Dios en respuesta a su amor.
El programa incluye un encuentro de oración (10 am), una conferencia impartida por Monseñor Roman Pindel, obispo de la Diócesis de Bielsko-Zywiec (11 am) y la celebración de la Santa Misa, que será presidida por el cardenal Stanisław Dziwisz, arzobispo de Cracovia. La homilía la pronunciará Monseñor Andrzej Czaja, obispo de Opole. Después de la Eucaristía, habrá una adoración con la exposición del Santísimo Sacramento y la promulgación del Acto Jubilar de reconocimiento de Jesucristo como Rey y Señor, que proclamará el arzobispo Stanisław Gądecki, Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia.
La “inspiradora” del acto es la Sierva de Dios Rozalia Celakówna, una mística de Cracovia del siglo XX, que falleció durante la Segunda Guerra Mundial. En sus apuntes sobre las revelaciones privadas que tuvo consta que Jesús exigía un acto de entronización por parte de la nación polaca: “hay un remedio para Polonia: si me reconoce por su Rey y Señor totalmente mediante la entronización, no sólo en partes determinadas del país, sino en todo el país y con el gobierno en la cabecera. Este reconocimiento tiene que corroborarse con el abandono de los pecados y la conversión completa a Dios”.
Recordemos que el jubileo es una figura bíblica en la cual cada 50 años u otro periodo, Dios organiza una fiesta, un encuentro, un suceso que requiere la participación de los fieles que está asociado con la liberación de las cargas del país. Análogamente, la Iglesia Polaca celebra un reconocimiento jubilar en el que espera una guía atenta de Dios en todos sus senderos.
Una estatua de 11 metros de un emperador santo y cristiano en Rusia
Se trata de una estatua de 11 metros que el homónimo presidente de Rusia, Vladimir Putin, inauguró la mañana de este viernes en el corazón de Moscú. Está dedicada a San Vladimir, también conocido como Vladimir el Grande o el Gran Príncipe, quien se convirtió al cristianismo ortodoxo en el año 988 e inició la cristianización de la Rus de Kiev, el estado eslavo antiguo que Bielorrusia, Ucrania y Rusia reivindican hoy como el origen de su legado cultural. “El Príncipe Vladimir pasó a la historia como el unificador y defensor de las tierras rusas, como un político visionario”, dijo Putin al revelar la figura este viernes, justamente el Día de la Unidad en Rusia. “Ahora nuestro deber es ponernos de pie y enfrentar juntos los retos y las amenazas modernas, basándonos en su legado espiritual”.
Hay algunas interpretaciones que consideran que la erección de esta estatua pretende dejar claro a Ucrania que aquel zar que instaló su trono en Kiev era ruso como también el estado que fundó, la Rus de Kiev. Hay otros que opinan que constituye un signo de grandeza para engrandecer al propio Putin por aquello de que lleva su nombre. En cualquier caso, es una buena noticia que el Gobierno de la Federación Rusa utilice un ejemplo y un legado cristiano para su gobierno.
Algunos se han puesto tan nerviosos con esta estatua que hasta la UNESCO la ha desaconsejado por miedo “a afectar el conjunto cercano al Kremlin”.
Perú, consagrado al Corazón de Jesús y de María por su Presidente de la República
En el Desayuno Nacional de Oración celebrado el pasado viernes 21 de octubre, el Presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, consagró al país, a su familia y a él mismo al Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. Al participar en el Desayuno Nacional de Oración en el Hotel Suizo en Lima, Kuczynski, en su calidad de mandatario, expresó la oración de consagración redactada por la Misión por el Amor de Dios en Todo el Mundo.
“Con la autoridad que se me ha otorgado, hago un acto de consagración de mi persona, mi familia y la República del Perú, al amor y protección de Dios Todopoderoso a través de la intercesión del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María”, dijo el presidente.
En el evento participaron a importantes líderes empresariales y políticos del país, entre ellos la Presidenta del Congreso, Luz Salgado, quien realizó también una oración solicitando a Dios su ayuda y protección. Es la primera vez en 21 ediciones que un Presidente de la República asiste a este Desayuno Nacional de Oración organizado por los Pequeños Grupos de Oración, una iniciativa que surgió en el Senado de Estados Unidos en 1943 y llegó a Perú en 1985. Son grupos de amigos que se reúnen una vez a la semana para compartir el pan, reflexionar sobre las enseñanzas de Jesús y orar.
En cualquier caso se trata de una grave responsabilidad la que adquiere el presidente Kuczynski al realizar este gesto. Un acto de consagración es una cosa seria y no sería entendible que no fuera acompañado de medidas políticas y legislativas concretas acordes con el derecho público cristiano.