Muchos agoreros en todo el mundo avisan desde hace algunas décadas que el planeta sufre un calentamiento progresivo por causa del ser humano. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de origen humano crecen progresivamente y podrían provocar grandes desastres según científicos y activistas ecologistas. El CO2 es un gas que en realidad el ser humano produce emite toda su vida con la respiración: inhala oxígeno y exhala dióxido de carbono. Pero la causa más alarmante es el proveniente de la industrialización y el crecimiento de numerosas economías poco respetuosas con el medio ambiente.
No obstante, parece que todo esto es un invento, porque los datos verdaderamente científicos contradicen a ciertos ecologistas, como el ex-vicepresidente de EEUU Al Gore, en que el CO2 esté causando el fin del mundo que conocemos. Ahí lanzamos 6 datos interesantes sobre el dióxido de carbono y su “supuesto” aumento catastrófico.
1. El dióxido de carbono (CO2) es solo uno de los gases de efecto invernadero
Los demás [metano (CH4), óxido nitroso (NO2), hidrofluorocarbonados, perfluorocarbonos, hexafluoruro de azufre (SF6) y vapor de agua] no se mencionan habitualmente, cuando muchos de ellos tienen una capacidad potencial muy superior para elevar la temperatura.
2. El 98% de la contribución al efecto invernadero es causa del vapor de agua
El vapor de agua conserva mucho más el calor de la tierra que las 400 partículas por millon de CO2 en la atmósfera.
3. El clima cambia continuamente
Desde 1998 la temperatura de la tierra no ha aumentado de media. Hemos vivido inviernos glaciales del siglo XV al XIX y épocas calurosas en la historia del planeta como desde el siglo VI al siglo XIV.
4. La concentración actual y creciente de CO2 no es de las mayores que ha vivido el planeta
Actualmente solo ha aumentado la concentración de dióxido de carbono en 0,007%.
5. El deshielo no está comprobado
De hecho, los glaciares crecen en Noruega, Nueva Zelanda y Estados Unidos. El hielo interior en Groenlandia es creciente. Los polos no se están derritiendo y ni el Ártico ni la Antártida sufren un deshielo progresivo que aumente el nivel del mar. De hecho, el nivel del mar no se está elevando, sino disminuyendo.
6. No hay ni más sequías ni más lluvias torrenciales
Se decía que el calentamiento global produciría tanto muchas sequías como lluvias torrenciales e inundaciones en todas las zonas del mundo, creando un nuevo escenario de catástrofe que destruiría el planeta y la vida como la conocemos. En realidad, desde 1895 no ha habido ni sequías severas. La excepción fueron los años 30 de siglo XX. Tampoco hay más lluvia global registrada.
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Quizás la difusión del cambio climático en los medios de comunicación tenga que ver con la justificación la ideología neomalthusiana que piensa que los pobres son un problema en el entorno global y promociona el aborto. Quizás todo se trate de una justificación del control de la población, ya que en definitiva, hasta las personas producimos gases de efecto invernadero con nuestra respiración. Quizás todo sea una cortina de humo para alertar a la población de problemas tan graves como una catástrofe inminente y ceder poder a los Estados y corporaciones mundiales. En realidad no poseemos datos para afirmar ninguna de esas hipótesis. Lo que podemos decir es que no está tan clara la existencia de un cambio climático que destruye nuestro modo de vida y que China y la India siguen emitiendo CO2 a la atmósfera y se jactan de ello. El apocalipsis climático no está tan claro para todos. Pueden haber razones ocultas que tengan gato encerrado. ¿A la ONU, la OMS… lo que les preocupa verdaderamente es el medio ambiente? Recordemos que 1000 millones de personas viven en la pobreza extrema en el mundo.