La Generalitat de Catalunya prepara un golpe de estado
Santiago Vidal ha sido la persona que ha prendido de nuevo la mecha de la tensión independentista. El ex-senador de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) declaró que la Generalitat tiene los datos fiscales de los catalanes con la intención de crear una agencia tributaria propia. Además de suponer otra afrenta clara a la unidad de España, es también totalmente injustificada la posesión de esos datos. De hecho, el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha dado orden de investigar si dichas declaraciones de Vidal son ciertas pues el hecho podría ser constitutivo de delito. Las declaraciones de Vidal ponen sobreaviso también sobre una elaborada lista negra de jueces no independentistas. El objetivo es saber “cuáles se irán y cuáles se quedarán” el día de la independencia. También explicó que hay una potencia extranjera formando en contraespionaje a algunos Mossos d’Esquadra o que el gobierno autonómico ha ocultado 400 millones de euros en los presupuestos para destinarlos ilegalmente a la secesión.
El senador de ERC dimitió el pasado viernes 27 de enero para no ser un obstáculo en el proceso soberanista. Declaró que quiso “ser didáctico”, pero que “es evidente que (sus declaraciones) tomadas en su literalidad no se ajustan a la realidad”. Vidal añadió que en ningún momento quiso “poner en duda” que la Generalitat actúa “con absoluto respeto a la legalidad vigente”. Además, el vicepresidente autonómico Oriol Junqueras ha admitido que:
“Los datos fiscales que se derivan de todos los impuestos propios y cedidos”
“Se tienen por ley como cualquier comunidad autónoma”
“(Cataluña) tiene capacidad para asumir la gestión de los impuestos masivos“
“Todo lo que hacemos lo hacemos dentro del estricto marco legal”
El ejecutivo catalán contempla celebrar el referéndum sobre la independencia antes del verano, según las palabras de su vicepresidente. En el juego de mostrar y no mostrar las intenciones secesionistas, Junqueras admitió que el Govern tiene “unos compromisos” y que le gustaría “cumplirlos en las mejores condiciones posibles”.
La posesión y utilización de datos fiscales con fines secesionistas es un acto más que dinamita los cimientos de la unidad de España. Planear una purga política de los magistrados catalanes es también un modo de ir alimentando el sueño de una nación independiente. Son dos ejemplos, además, que son claramente delictivos.
El PP sigue “advirtiendo” tras 5 años de secesionismo declarado
“No podemos tolerar que algún funcionario público haya anunciado que se enviará una carta a todos los contribuyentes para que decidan en qué sistema quieren tributar” porque es algo “absolutamente inaceptable”, ha comentado Pabl0 Casado, del Partido Popular. Casado ha advertido de que el PP “no va a pasar ni una”, lo que será “perfectamente compatible” con que el Gobierno pueda mantener un diálogo con la Generalitat sobre “infraestructuras, presupuestos” y sobre “lo bueno que tiene Cataluña”.
Sorprende que se pretenda tender la mano del diálogo con un gobierno y un parlamento autonómico que directamente solivianta la unidad de la patria y no cumple las leyes vigentes de manera flagrante. El propio Artur Mas, antiguo presidente autonómico, reconoció que el objetivo es “engañar al Estado”. No se puede dialogar con los que destruyen el bien común a sabiendas. Es cierto que el Govern de la Generalitat es de todos los catalanes, pero está ocupado por unos políticos que atacan los lazos de solidaridad vigentes entre las diferentes “Españas”.
Compartimos algunos vídeos publicados por Dolça Catalunya sobre cómo los independentistas no “se andan” con buenas intenciones y preparan un golpe de Estado:
Un comentario en “La Generalitat de Catalunya prepara un golpe de estado”
Porfirio Gorriti
Una vez más, Ahora Información dice la verdad desnuda de manipulaciones e ideologías: una caterva de resentidos , sentados en puestos clave del poder institucional, prepara un golpe de estado. Una coyuntura terrible que pasa de puntillas para toda una sociedad, adormecida en su degeneración moral, que cree que con ella no va la cosa.
La estrategia del gobierno Rajoy ha sido, afortunadamente, subestimada por los secesionistas y no ha caído en la trampa de protagonizar acciones prematuras de fuerza que habrían invadido la calle contra la “España opresora”. Sin embargo, ¿qué harán estos políticos si llegan horas más difíciles donde la inacción sea sinónimo del fin de la nación española?
La esperanza no son los políticos actuales sino la dirección de la fuerza del viento que está desinflando la cadena independentista de los acontecimientos.
España es un país santificado que no va a ser abandonado a su suerte.