¿Cómo se financió ilegalmente el PP de Madrid?
La Guardia Civil ha transferido estos últimos días a la Justicia más datos sobre la supuesta contabilidad B del Partido Popular de Madrid en materia de gastos electorales para las elecciones autonómicas y municipales de 2007 y 2011. También para las elecciones generales de 2008. Esta contabilidad B, una vez esclarecida, demostraría que el PP pudo gastar más que los demás partidos y más allá del límite legal sin levantar sospechas durante la última década.
El mecanismo de financiación ilegal fue de la siguiente manera:
- La Fundación para el Desarrollo Económico y Social de la Comunidad de Madrid (Fundescam), creada por el Partido Popular, captaba fondos públicos para proyectos propios.
- Ese dinero público y de donaciones se redirigía al Partido Popular por medio de facturas falsas y contratos ficticios. Según el juez: Fundescam servía para “vehicular los fondos destinados a gastos electorales y actuar de pantalla de cobertura de la verdadera naturaleza y destinatario de los servicios de campaña”.
El juez Eloy Velasco es quien instruye el caso Pública. Este caso pretende esclarecer un entramado de conexiones ilegales que permitían financiarse ilegalmente al PP de la capital, obteniendo una ventaja poderosa sobre otros partidos políticos en campaña electoral. Gracias a esta trama ilegal, la era Aguirre ha sido incontestable durante los últimos años.
Pero no solo el dinero público, controlado por la Gobierno autonómico del PP, financiaba ilegalmente la campaña electoral del Partido. Constructores y empresarios, bien avenidos con la partitocracia –presuntamente– conservadora, destinaban donativos opacos a cambio de contratos públicos. Los delitos de prevaricación, cohecho, malversación de fondos… fueron el santo y seña del ejecutivo regional dirigido por Esperanza Aguirre. Todo unido a una cantidad desmesurada de fondos y subvenciones para apoyar falsos programas sociales y educativos organizados por Fundescam.
El dinero se transfería a Génova, sede del PP de Madrid y del PP Nacional. Así se engrosaba una bolsa para financiar la red de clientelismo político en torno a Esperanza Aguirre y su circulo de confianza. Un modo de asegurar el poder político de un Gobierno es meter en nómina a los representantes de la sociedad civil.
No se ha demostrado que la dinosaurio del PP y ex-Presidenta de la Comunidad de Madrid estuviera implicada en esta trama ilegal. En cualquier caso, las dos alternativas –que tuviera o no tuviera conocimiento– son igualmente preocupantes. Si supo de la red, formó parte de ella y debería ser condenada. Si no supo nada de ella, su incompetencia entregó la región a merced de los corruptos durante un tiempo y ahora en las manos de Cristina Cifuentes, –la supuesta vigilante anticorrupción y pro-LGTBI– actual Presidenta de la comunidad.
Los partidos pequeños y los vecinos de Madrid son los principales damnificados por esta trama ilegal. Por una parte, el PP se ha beneficiado, a desprecio del resto de formaciones, de ventajas financieras para ganar las elecciones en la Comunidad de Madrid. Por otra parte, el dinero público que iba a ser destinado para cuestiones educativas y sociales se desvió para favorecer los intereses espúreos del Partido Popular. ¿Es el PP el partido que puede salvar a España de la crisis? ¿Es el PP quien va a solucionar los grandes problemas del país si durante años ha mirado solo por su propio bienestar económico?