El ciberataque mundial de ransomware podría haber sido orquestado por Corea del Norte
ANÁLISIS – El pasado sábado 13 de mayo se produjo un ciberataque mundial que golpeó a numerosas empresas y gobiernos. Empresas como Telefónica en España y ministerios como el de Interior ruso, fueron golpeados por lo que ahora se especula que podría haber sido un ataque de Corea del Norte. El virus llamado ransomware, provoca un secuestro de los datos del ordenador o del servidor que infecta, pidiendo un rescate en la moneda del mercado cibernético: el bitcoin. Según Karspesky Lab, se han producido más de 300.000 ataques en más de 150 países de todo el mundo. De los sistemas informáticos dependen determinadas estructuras críticas para el funcionamiento normal y la defensa de los países: armas nucleares, tráfico, mercado financiero… Esta dependencia informática de las naciones han alertado a numerosas personas de todo el mundo sobre el efecto que tiene las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs).
Que las principales empresas de seguridad informática y los servicios de inteligencia de diversos países sospechen que el ataque a más de 300.000 ordenadores lo ha realizado Corea del Norte, país con un pequeño arsenal nuclear, nos debería hacer saltar las alarmas. No por Corea del Norte, sino porque nunca una agresión de un país a otro, de una persona a otra, ha sido tan fácil y tan exenta de consecuencias. Aunque las pruebas no sean concluyentes, pues solo hay algunos rastros de código que coinciden con anteriores ataques de los norcoreanos, que haya habido un ataque mundial de estas características ya es motivo de preocupación.
Algunos medios internacionales se han preguntado, ante la acusación velada a Corea del Norte, como sería un guerra entre los norcoreanos y Estados Unidos. Y acertadamente se ha apuntado que hay demasiados intereses en la región como para iniciar un guerra. Empresas francesas como Renault participan de empresas surcoreanas como Nissan. A su vez, Corea del Sur tiene grandes intereses en países europeos. Las corporaciones dedicadas a la tecnología, ensamblan sus artefactos en países como China o Corea del Sur. Samsung, LG, Hyundai, Kia… son marcas presentes en nuestro día a día.
El problema no es la posibilidad de una guerra, sino que todos los vecinos españoles o los ciudadanos de todo el mundo tienen datos almacenados en las redes y que dependen de un sistema que de un momento a otro podría ser atacado por un gobierno extranjero además de estar controlado por multinacionales que sirven a intereses confusos que son difíciles de conocer. ¿España puede proteger a los españoles de la piratería informática? ¿Al igual que hay unas fuerzas armadas para proteger el país de enemigos externos o internos; hay un equipo de seguridad que proteja la integridad virtual de los españoles? En los servidores informáticos guardamos fotografías personales, datos bancarios, antecedentes penales, el control de las armas nucleares, información clasificada… Wikileaks es un ejemplo de lo extraño que se torna el nuevo horizonte cibernético. Todo lo podemos utilizar para destruir o construir lo que nos propongamos sin ningún tipo control. Cuando no hay un conocimiento amplio y un plan político, vecinal, social… para actuar en las redes y comprenderlas, los más perjudicados son los usuarios normales, que estamos a expensas tanto de los terroristas virtuales como de las empresas que quieren explotar nuestro consumo con su publicidad invasiva.