Podemos y el nacionalismo abertzale manipulan la historia en Madrid y Navarra

El Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena y el partido socialista Ahora Madrid, sigue tomando medidas para manipular la memoria histórica de los Españoles. Para empezar ha cambiado los nombres de 52 calles madrileñas por referencias directas o indirectas al régimen que dirigió Francisco Franco. También ha propuesto colocar rótulos en algunos lugares históricos de la Guerra Civil y del Gobierno militar posterior para explicar los acontecimientos según la lectura que Podemos y Ahora Madrid quieren imponer de aquella época. Por otra parte, también quieren abrir una exposición permanente en el Museo de Historia de Madrid para explicar lo que ellos llaman Franquismo y construir un monumento para honrar a los fusilados por “el fascismo”. En él también habrá placas de metal con los nombres de las diferentes víctimas.
Pero la última propuesta del equipo consistorial es colocar más de 50 placas en diferentes lugares de Madrid para homenajear a sus propios caídos o “victimas ilustres” del Franquismo.
La memoria histórica y la desmemoria histórica
ANÁLISIS – La memoria es un concepto de la Historia que se refiere al modo en el que un pueblo o una comunidad recuerda su propio pasado. Ese recuerdo se refiere a los hechos pero también se refiere a las diferentes emociones que colorean en positivo o en negativo ese imaginario colectivo.
Desde que el Gobierno de Rodríguez Zapatero aprobó la Ley de Memoria Histórica, y el PP la mantuvo, estas medidas para recordar a las “víctimas ilustres del régimen de Franco” están a la orden del día en los ayuntamientos y administraciones más atrevidas.
Sorprende por una parte que Ahora Madrid denuncie que Francisco Franco, su Gobierno y el aparato del Estado de la época manipularan la historia con la violencia, cuando ellos por medio de la violencia política imponen una versión de la historia de corte repúblicano. La memoria histórica se educa y por tanto también puede maleducarse. Es posible que Franco –”ese ente abstracto que duro 40 años y que fue supuestamente causante de todos los males de España”– maleducara la conciencia histórica para crear una sociedad a su gusto. Pero la democracia liberal, la Transición y el actual neocomunismo tampoco han dejado de manipular la memoria de los españoles al gusto de sus propios intereses.
La oposición a esta des-Memoria Histórica que nos quieren imponer puede ser importante en cuanto que supone defender el recuerdo, la memoria, la intimidad más básica de la mente humana y de la vida de las personas, frente a la intromisión de la política. Lo que está haciendo Carmena y Ahora Madrid es grave porque sobrepasa con crecer las competencias que debería tener un consistorio: servir al bien de todos los habitantes del municipio. Si se atreven a intentar manipular la mente del vecino común, ¿que no serían capaces de hacer? Nadie tiene derecho a imponer políticamente su propia versión de la justicia sobre hechos que ya han pasado hace tanto tiempo en esta tierra.
Frente a la desmemoria se levanta Navarra
La desmemoria histórica se utiliza para crear una sociedad a la medida de un partido político o de un grupo social que quiere imponer su ideología frente a la naturaleza. El marxismo cultural de Gramsci es una de las teorías políticas favoritar para Pablo Iglesias y su equipo. Así lo ha declarado publicamente el líder de la formación morada. Y esta nos dice que para cambiar la política primero hay que cambiar la mentalidad.
Con esta estrategia, otro caso de desmemoria es lo que está realizando el nacionalismo abertzale, que ha querido imprimir su propia visión de Navarra durante el tiempo que ha estado gobernando. Y ahora quiere imponer con su nueva Ley de Símbolos la ikurriña en un territorio en el que no es la bandera oficial de la comunidad. La ikurriña, un invento de Sabino Arana, no representa a las Vascongadas históricas, pero aún menos a la Navarra foral.
La plataforma Defendamos la Bandera de Navarra no ha tenido ningún miedo de convocar junto a diversos partidos y asociaciones una manifestación para el próximo día 3 de junio a las 6 de la tarde para denunciar la manipulación de los símbolos y de la historia. Las reacciones sociales de estas características deberían interesar a todos, sean de cualquier ideología. Se sumaran afiliados de UGT, militantes de la CTC, de UPN, de PSN y de otras formaciones políticas. En realidad un símbolo como la bandera es la representación de una idea socialmente aceptada. Navarra tiene su bandera y nadie discute. Ningún navarro o navarra sea del Roncal, de Baztán, de Tudela, de Estella… la rechaza. Que un partido político quiera destruirla, eliminarla, relegarla a un segundo plano… es un acto de tiranía. La reacción social contra la desmemoria debe ser de la misma categoría, ya que en los detalles es en donde se transm