Revuelo ante una posible mano negra que haya producido el incendio de Doñana

Esta circulando como la pólvora en las redes sociales y en las declaraciones de diferentes personalidades públicas que el incendio que está amenazando el Parque Nacional de Doñana ha sido provocado por la mano humana. Que esto se sugiera, introduce algunos factores en el suceso. Cayo Lara, histórico de Izquierda Unida (IU), ha señalado a Gas Natural Fenosa y al Partido Popular como la causa del fuego. Por su parte, Susana Díaz, Presidenta de Andalucía, ha indicado que muy probablemente haya “mano humana” detrás de incidente. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido (también andaluz) ha señalado que la Guardia Civil y su Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) están trabajando en las zonas afectadas para “determinar lo antes posible cuál ha sido la causa del incendio”. Sin duda se respira la polémica en el aire y la sociedad española se pregunta si hay responsables de lo que está siendo una catástrofe ecológica.

Una teoría que se remonta a 2014 para explicarlo todo

Cayo Lara publicó el siguiente tuit hace algunas horas en su cuenta en la red social:

Incendio en Doñana ¿Coincidencias? pic.twitter.com/QrSzgzZzaZ

— Cayo Lara (@cayo_lara) 25 de junio de 2017

A su vez ha circulado una imagen viral que explicaba una supuesta línea de sucesos que conducía a la destrucción no casual del Parque Natural de Doñana:

Dicha teoría ha sido compartida por personalidades como Juan Carlos Monedero, ex-dirigente de Podemos.

La respuesta de los medios oficiales

El País, LibreMercado.com, Libertad Digital, El Mundo y otros medios han desmentido esta teoría en bloque aportando argumentos jurídicos y políticos. Dicha respuesta es más sólida que la teoría de la conspiración de Lara y Monedero:

• La ley de Montes prohíbe recalificar áreas forestales quemadas durante 30 años. El incendio en Doñana no afecta al parque nacional, sino al parque natural, que se rige por la Ley de Montes, aprobada en 2003 y reformada en 2015, no en 2014, como dice el texto compartido en redes. A pesar de los temores que muchos han compartido en redes sociales, esta ley, prohíbe construir durante 30 años en las áreas forestales quemadas.
• Según un estudio de la Fundación Civio, solo el 0,15% de los incendios ocurridos entre 2001 y 2013 se provocó para obtener una modificación en el uso del suelo.
• Si el fuego hubiera llegado al parque nacional, la normativa que se aplicaría es la de Patrimonio Natural y la Ley de Parques Naturales que en su artículo 7 es aún más restrictiva: “No puede existir suelo urbanizado ni susceptible de transformación urbanística”.
• Hay un proyecto de un almacén de gas de Gas Natural, aprobado por el gobierno central, pero paralizado por la Junta de Andalucía. Un incendio no desbloquearía este proyecto. Es cierto que hay un proyecto de Gas Natural Fenosa para extraer y almacenar gas subterráneo en la zona. El gobierno central ya lo aprobó en 2013, pero la Junta de Andalucía lo bloqueó ese mismo año.

Una postura intermedia y tradicional

ANÁLISIS – Está claro que la teoría difundida por Cayo Lara, por las redes sociales o por la izquierda radical… no se puede demostrar y, de hecho, hay indicios bastante fuertes para desautorizarla. Sin embargo, los medios oficiales han perdido de vista que desmentir la teoría de IU o de Podemos o de las RRSS no debería bastar en la protección de nuestros espacios naturales. No solo hay que limpiar el honor de Gas Natural Fenosa, sino que además hay que mirar cuales han sido las causas indirectas que han provocado este incendio, por ejemplo. Ecologistas en Acción, organización muy activa en Andalucía, ha apuntado a algo que también el tradicionalismo español apunta continuamente. La pregunta es: ¿qué responsabilidad han tenido los municipios, las administraciones territoriales, el tejido productivo… en este incendio? ¿Está habiendo un respeto a la tierra que habitaron y conquistaron nuestros antepasados? ¿Nos recorre un patriotismo también por la tierra? Esas preguntas son las que debemos respondernos cuando las perdidas en la última década son de millones de hectáreas de terreno natural. Doñana es un símbolo y tenemos que abordar el problema con sensibilidad.