El Arzobispado de Ayacucho protege a un sacerdote peruano frente al linchamiento de los medios
El Arzobispado de Ayacucho (Perú) ha desmentido las acusaciones contra un sacerdote católico de abusos sexuales. El motivo de la polémica es que el diario de izquierda, La República, ha publicitado las acusaciones a pesar de que el caso fue archivado dos veces por la justicia peruana.
La noticia del diario se publicó el 2 de noviembre y tenía como título “Sacerdote acusado de violación sigue dando misa”. Recoge las acusaciones de una joven contra el sacerdote por sucesos que supuestamente sufrió cuando era menor de edad en el interior del Seminario San Cristóbal de Huamanga. A los 18 años, el fiscal del caso archivó el caso.
En una cuestión tan y difícil, lo sorprendente es que los medios de comunicación no respeten las decisiones judiciales y hagan sensacionalismo en vez de investigación. Es posible, por las características del estrés post-traumático y por la dificultad para probar este tipo de casos, que el sacerdote o otra persona –que por el trastorno disociativo haya confundido con el sacerdote– haya abusado de la joven. Hay que seguir investigando y, sin embargo, no se puede acusar a una persona de algo tan fuerte sin pruebas, pues destruir el honor de una persona es algo infame.
Posiblemente esa saña y falta de moderación mediática sea consecuencia del odio a la Iglesia.