El pueblo australiano vota a favor del matrimonio homosexual
Australia es el último país en plegarse a la presión internacional y mediática por la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo. Todavía no se ha legalizado pero se organizó una encuesta postal no vinculante para comprobar el apoyo o no de la población a este tipo de uniones. El sí ha ganado con un 61,6% de los votos frente al 38,4% que se oponía a la medida. En la encuesta a participado algo menos del 80% de los 16 millones de australianos que estaban habilitados para pronunciarse.
Es una gran victoria del homosexualismo y se prevé que se haga efectiva antes de Navidad por parte del Parlamento de Australia. Eso en un país que en 2004 hizo una reforma a la ley de matrimonios diciendo explicitamente:
“Matrimonio significa la unión de un hombre y una mujer, con exclusión de cualesquiera otras, celebrada voluntariamente para toda la vida. Ciertas uniones no son matrimonios. Una unión solemnizada en un país extranjero entre: (a) un hombre y otro hombre; o (b) una mujer y otra mujer; no deberá ser reconocidas como matrimonio en Australia”
No nos debe sorprender ya que esta situación estaba por llegar. La Oficina Estadística Australiana, en sus últimos datos, asegura que el número de matrimonios ha bajado un 6% y que el 81% de las parejas vivían ya juntas antes de casarse. Por otra parte, las bodas civiles son ya un 75%. Cuando el matrimonio se convierte en un mero contrato civil que puede romperse, es lógico que la sociedad no comprenda que las uniones entre personas del mismo sexo no tienen la misma categoría natural.