La realidad de los datos también favorece un relato totalmente contrario a la memoria histórica y al beneficio moral de la Transición Democrática. De lo que fue realmente transición es de menor criminalidad a mayor criminalidad. España tenía en 1975 menos de 10.000 presos y en la primera década del siglo XXI hemos alcanzado los 80.000 presos. Ocho veces más. ¿La democracia liberal ha hecho del país un sitio mejor? ¿La total ausencia de moralidad pública y cristiana en el Gobierno mejora las cosas o ayuda a las personas a ser honestas y honradas? Son preguntas que desde cualquier pensamiento sensato se puede responder, pero también refrendan a estas respuestas los datos de la población carcelaria.
Alguno dirá que en España ha crecido muchísimo la población. Sin embargo miremos los porcentajes…
Solo 20 presos por cada 100.000 ciudadanos había en España tras la supuesta dictadura fascista. En el siglo XXI en cambio, hemos alcanzado la cifra de 160 reclusos por cada 100.000 vecinos. ¿No esta claro que en estos 40 algo no ha funcionado tan bien como nos habían contado?