El Banco de España, después de las previsiones de la OCDE, ha dado ha conocer hoy lo que llamamos Central de Balances. Son una serie de datos macroeconómicos que nos permiten sondear cómo está la situación económica en España y cómo va a progresar. Pero los datos macroeconómicos hablan de grandes grupos, de grandes entidades, y no hablan (no de la manera necesaria) de cómo se encuentran los vecinos de la calle, los españoles concretos.
El dato de creación de empleo sigue siendo bueno, aunque todavía es pronto porque se toma la referencia trimestral actual. Crecieron los nuevos puestos de trabajo un 4,1% en el año pasado y este año crecen un 2,2%.
No obstante, aunque las remuneraciones medias se mantienen estables, no son halagüeñas. Los españoles pierden en sueldo un 0,2 este año en las grandes empresas frente al 0,1 del año pasado. No es que no remonten de la situación anterior a 2008, antes de la crisis, es que siguen resintiéndose, aunque sea levemente. ¿Cuáles son las razones que da el Banco de España? Los todavía precios altos y la alta tasa de paro.
Por otra parte, las empresas no financieras tienen menos beneficio neto (beneficio menos impuesto de sociedades) entre enero y septiembre. La bajada con respecto al mismo periodo de 2016 es un ¡20% menos! El consuelo, consuelo de tontos como siempre en los análisis macroeconómicos, es que el año pasado las empresas tuvieron ingresos atípicos.
El beneficio ordinario crece. El Valor Añadido Bruto crece. Indicadores que hacen referencia a los españoles pero muy indirectamente y sí a los empresarios. Sin embargo tampoco es que se recuperen los niveles previos a la crisis.
La conclusión está muy clara: EL SUPUESTO MILAGRO DEL PP QUE IBA A REALIZAR EN ECONOMÍA NO SE HA PRODUCIDO EN LOS AÑOS QUE LLEVA GOBERNANDO.