Pedro Sánchez y la dirección del PSOE ceden ante la propuesta sobre financiación autonómica que Miquel Iceta, candidato del PSC, por la cual se pretende establecer una Hacienda Federal en Cataluña. Parece ser que el secretario general del PSOE no recuerda los grandes escándalos de corrupción y el déficit tan clamoroso que la región ha acumulado durante años de separatismo. No es que no sea bueno que cada región con su propia idiosincrasia tenga una hacienda foral propia, sino que esto no es una competición por ver quien es más regionalista.
Manuel Escudero, secretario de Política Económica y Empleo, sin embargo, ha negado que Miquel Iceta hable de una Hacienda Catalana, sino más bien de un consorcio tributario entre la Agencia Tributaria y la Generalidad. Sin embargo, en una tribuna del diario El Mundo habló claramente de dicha Hacienda Federal y de que el Gobierno autonómico se encargara de la recaudación y la gestión de todos los impuestos que pagamos en Cataluña.
La realidad política debería ser muy diferente. Las regiones y su autogobierno deberían emerger por el principio de subsidiariedad, para mejorar la gestión de lo público y servir más fielmente a los vecinos en sus realidades concretas. La propuesta de los socialistas contraviene ese principio cuando en Cataluña, actualmente, lo que está ocurriendo son demandas sustentadas en el nacionalismo sentimental y antipatriótico.