La ideología de género se impone en Andalucía e impide la terapia psicológica libre

Hoy se ha publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la temida ley por los “derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y sus familiares”. Claro está que hay que respetar, tratar bien y no discriminar a las personas por sus ideas, porque por el hecho de ser personas merecen toda consideración, tal y como lo establece la ley natural. Sin embargo, el Gobierno de la Junta de Andalucía, considera que los derechos, la igualdad de trato y la no discriminación es promover precisamente la ideología de género en los colegios, en los ámbitos sanitarios, en el deporte, en el ocio, en los medios de comunicación… Es decir, que la ideología de género ya se ha vuelto a golpe de ley autonómica en el credo oficial de la autonomía andaluza.

Algunos de los aspectos más escandalosos de esta ley son los siguientes:

• La ley prohibe el uso de “terapias aversivas o cualquier otro procedimiento que suponga un intento de conversión, anulación o supresión de la orientación sexual o de la identidad de género autopercibida”
• “Los contenidos del material educativo empleado en la formación del alumnado promoverán el respeto y la protección del derecho a la diversidad sexogenérica y a la expresión de género, así como a una educación no binaria, que visibilice la diversidad corporal y sexual, y la diversidad familiar”
• “La Consejería competente en materia de educación no suscribirá conciertos administrativos con aquellos centros que en su ideario planteen algún tipo de discriminación al alumnado por razón de orientación sexual, identidad de género o pertenencia a familia homoparental en sus planes de estudios”
• “Los medios de comunicación de titularidad autonómica y aquellos que perciban ayudas, subvenciones o fondos públicos deberán fomentar la concienciación, divulgación y transmisión de la inclusión social y el respeto a la diversidad sexual e identidad de género”
• Es una infracción muy grave de la ley “promover, difundir o ejecutar por cualquier medio cualquier tipo de terapia para modificar la orientación sexual y la identidad de género con el fin de ajustarla a un patrón heterosexual o bisexual”

Las leyes que se están gestando en España sobre este tema no son ya leyes liberales, perniciosas de por si al estar ausentes en ellas incluso la ley natural. Son leyes que no buscan solo dar un sitio a personas marginadas, sino más bien pretender establecer que el credo de la ideología de género es el correcto. Actúa revolucionariamente en el ámbito sexual, destruyendo el lugar de otras personas y de sus opiniones legítimas, que sostienen en el ejercicio de las simples costumbres y del racionamiento científico y filosófico que atesora el hombre desde hace miles de años. Evidentemente ya no estamos en terreno de contrarrevolución contra el liberalismo político, ya que la segunda revolución sexual ha llegado y se impondrá sobre los frutos amorfos de la Transición Española. El reducto de libertad real, concreta, se ha vuelto incluso más pequeño por el embate de la partitocracia.

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