Lean el conmovedor ejemplo de esta mujer católica canadiense, activista pro-vida, tal como lo relata Religión en Libertad. En este momento, el lobby pro-muerte ya no sabe qué prefiere, si tenerla delante de los abortorios repartiendo flores y libros o en la cárcel haciendo apostolado y consolando a las presas que han abortado.
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