El pasado 17 de abril la Comunión Tradicionalista Carlista se personó en la Audiencia Nacional en las actuaciones penales que se siguen contra Josep Lluis Trapero Álvarez, Teresa Laplana Cocero, César Puig i Casañas y Pere Soler Campins. La personación de la CTC era consecuencia de las noticias aparecidas en la prensa, a finales del mes de marzo, que indicaban que la Policía Nacional había descubierto (y se había incautado de documentación al respecto) que la Generalitat de Catalunya mantuvo un “servicio ilegal de espionaje” a través de los Mossos d’Esquadra que tuvo como objetivos a “partidos políticos, activistas, personajes públicos o privados, entidades y plataformas, todos ellos de marcado perfil unionista o constitucionalista”. Entre los espiados se encontraba la Comunión Tradicionalista Carlista así como algunos de sus militantes, pues el gobierno catalán estimaba que era una organización que podía poner en riesgo, de algún modo, su proyectado proceso de independencia.
Por Auto de 23 de abril el Juzgado Central de Instrucción nº 3 de la Audiencia Nacional inadmite tal personación ya que estimando que efectivamente las actividades de espionaje cometidas por los Mossos pudieran ser delictivas, aclara que tales hechos no son perseguidos por la Audiencia Nacional (que solo tiene competencia en relación a los delitos de organización criminal y sedición), por consiguiente las actuaciones de la CTC se han remitido ahora a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que es la que está estudiando estos hechos relativos al espionaje realizado por la Generalitat.