Tanto los pancatalanistas en el reino de Valencia como los panvasquistas en el reino de Navarra, están llevando a cabo -y acelerando en las últimas fechas- una misma política de imposición que no se ajusta a la realidad lingüística de cada una de estas regiones, que responde a los intereses políticos de las formaciones nacionalistas y que no respeta la lengua materna y la libertad de elección de las personas y las familias.
En Pamplona, además, el último despropósito del cuatripartito municipal progre-nacionalista en contra de algo tan querido como la Javierada está ayudando a caldear el ambiente descubriendo la mala intención de sus responsables. Lean esta noticia Navarra Confidencial.