Memoria Histórica: El Canal de Isabel II construido por 1.500 presos políticos
El Pontón de la Oliva era un cañón por el que pasaba el río Lozoya y sobre el que se elevó una muralla de 28 metros de altura y 72 metros de longitud. Fue construido en régimen de esclavitud por mil quinientos presos políticos carlistas procedentes de la represión sufrida por éstos tras la Guerra de los Matiners (1846-1849) aunque ninguno había combatido en ella y eran detenidos por sus ideas políticas.
Picaron toneladas de piedras, asentaron los gigantescos sillares, perforaron los aliviaderos y horadaron la roca para construir el primer gran dique de Madrid. La idea era traer diariamente a la capital 32.000 metros cúbicos de agua por día del Lozoya, a través de canales, túneles, acueductos y sifones, desde las presas del Pontón de la Oliva.
El gobierno liberal con Isabel a su cabeza, no le importó la utilización de prisioneros políticos para esta obra que en un principio fue un rotundo fracaso. En 1858 se inauguró una presa casi inservible, estaba llena de filtraciones y llegaba menos agua de la requerida.