En la economía moderna habitualmente tienen más peso los números que flotan en el espacio cibernético que los bienes tangibles que durante siglos han dado razón a la riqueza. Podríamos escribir de manera amplia sobre ello, y queda abierta esa puerta para que lo hagamos en algún momento.
Sin embargo, en el marco de una realidad financiera que hace que quien quiera sacar rendimiento a sus ahorros los ponga en movimiento a menudo entregando sus finanzas y su confianza a opacas sociedades de inversión o entidades bancarias que no sabemos qué uso dan a esos ahorros, les queremos presentar a una sociedad de asesoramiento financiero distinta.
Su nombre es Altum Faithful Investing y surge de la iniciativa de su creador, Borja Barragán, que tras 15 años de experiencia en la banca de inversión se planteó la necesidad de ofrecer una inversión acorde con la doctrina católica.
Por ello, abiertamente y sin medias tintas, en su propia página web se presentan con una cita de la Encíclica Centésimus Annus: “La opción de invertir en un lugar y no en otro es siempre una opción moral”.
No queremos hacer publicidad, pero sí que nos parece que iniciativa que afirma públicamente que son una “empresa de asesoramiento financiero que sigue los criterios del magisterio de la Iglesia Católica en todas y cada una de sus decisiones”, cuanto menos merece que se la presentemos. Aquí tienen su web: