En una breve historia compartida por la página de Facebook Eco Católico, Sofía Solano nos cuenta la admirable fe de este niño.
Evan Fernández tiene siete años y es monaguillo desde los cuatro. Cada domingo espera con entusiasmo el momento en que se pone su traje y ayuda al padre Jorge Benavides -Jito, para los feligreses- de la Parroquia San Rafael Arcángel de Desamparados, en Costa Rica.
Pero con la cancelación de las celebraciones eucarísticas y la cuarentena obligatoria, Evan, como muchos otros, no puede concurrir a su iglesia y colaborar en la misa.
¡Pero eso no detiene a este monaguillo ejemplar! El día martes, Evan tomó una decisión: si el padre Jito celebra la misa por Internet, él colaboraría también, pero desde su casa.
“Hoy voy a servir también, mami, bájeme el traje”, y se alistó a celebraba la Santa Eucaristía.
El padre Jito, Pbro. Jorge Benavides de la Parroquia San Rafael Arcángel de Desamparados, celebró la Eucaristía, con todo y monaguillo.