Crisis en la monarquía constitucional: Un “secreto de estado” a voces que, ahora, deslumbra a los fariseos
por Luís B. de PortoCavallo
El 9 de noviembre de 1948, con una maletita y una mano delante y otra detrás, llegaba, en el tren Lusitania, a la estación de Fuenlabrada, a los 10 años de edad, Juan Carlos, que pisaba por primera vez España, procedente de Lisboa.
En 1978 y tras 30 años de austeridad marcial, perjuró y se “soltó el pelo”. Le hicieron “irresponsable”, justo lo que un rey de verdad, que se precie y se honre como tal, nunca puede, ni debe ser. Muchas fueron las advertencias desde la tradición.
La memoria es flaca
En la época de los “pelotazos ―ahí ganaban “todos”―, con la complicidad de Suárez y, sobre todo, de Felipe González, hizo un buen “capitalito”, a costa de “maletines” para arriba y para abajo. Siempre bajo testaferros. Eran los tiempos de Manuel de Prado “el manco”, luego de Mario Conde y otros muchos. Y … antes, entre medias y después, la familia, la propia y la política ―que han llevado una vida de lujazo a costa de los españolitos―.
No en balde, los barquitos que le iban “regalando llevaban el nombre de Bribón (hasta XVII Bribones), o Fortuna (hasta VI). Bastante significativo ¿NO?
Las “instituciones” lo tapaban y enterraban todo (incluso muertos) y la prensa ni “piaba” de los muchos escándalos, que sí podían leerse en el extranjero. Le “tiraba los tejos” a todo lo que se movía (incluida la famosa lady Di, que llegó a decir que era “demasiado sobón”). Sus borracheras en los GP de motos o automovilismo eran épicas (más de una vez se “comió” alguna que otra cristalera VIP). Sus “escapadas” nocturnas eran de dominio público. Cuando el pardillo de Urdangarín, arribó, la niña le contó lo que había visto en casa, de toda la vida, que “papá” cobraba comisiones a todos, por todo y cómo lo hacía.
La memoria es muy flaca y “de casta le viene al galgo, ser rabilargo”
Baste recordar la historia familiar, desde el principio de esta dinastía usurpadora. Como la regente María Cristina y su consorte Muñoz estaban en todos los negocios sucios (incluido la trata de esclavos aunque estaba prohibida), ventas y concesiones que arruinaban España y les enriquecía a ellos, hasta el extremo de ser expulsada apercibida de no contactar con la pretendiente.
Su hija, Isabelita, le fue a la zaga en lo de los negocios bajo cuerda y lo de los guardias de corps y derrocada, también huyó a Francia.
Alfonsito ya advirtió al General Martínez Campos que no le diera demasiados quebraderos de cabeza, que si no, se volvía a los cabarets de París, dónde era bien conocido. Y qué decir de su hijo póstumo, conocido en toda Europa como el “playboy” Alfonsito de España, palabro que comenzaba a estar de moda.
La memoria es muy, muy flaca.
Si no ¿Cómo se explica que ahora se escandalice todo el mundo? A pesar del CNI, de las ayudantías militares, de la prensa comprada y censurada, de la propaganda política, de la policía de escolta, de los jueces, de los gobiernos, … Todo el mundo sabía que la fortuna de Juan Carlitos, El Perjuro, no había salido del “sueldecito” de los presupuestos generales.
Todo el mundo sabía de sus correrías y sus juergas. De las estancias de Sofiita en la casita de Londres, donde hubo años en que casi ni pisó España. Del “apartamentito” de Felipito en la Quinta Av. (N.Y.) donde se escapó con la actual consorte. Como la “Chica del 17” ¿De dónde sacan pá tanto como destacan? Todo esto y más ¿de dónde salía?
Para colmo el totolaba de Rajoy, aprovechando que Benedicto abdica, declara a Juan Carlitos “emérito”, para seguir tapando vergüenzas ¿Que porras es eso? ¿Alguien tiene noticia en algun lado, en toda la historia, de algo así? Si Juan Carlitos, El Perjuro, ha sido rey de algo, lo ha sido del sistema de corrupción organizada institucionalizado en España, en todos los estamentos.
Mientras tanto, el españolito de a pie, en las crisis en que le iban metiendo, la del 78, la del 82, la del 85, la del 93, la del 2000, la del 2008 y 2011 y ahora la del 2019 y 2020.
En España no ha habido, ni hay, libertad de prensa, ni derecho a pensar, ni derecho a saber de dónde sacan tanto dinero los que están en política, ni los entramados financieros poco claros, ni dónde va el dinero del ciudadano, desde el “jefe del estado” al último mindungui de un ayuntamiento
Es la monarquía democrática constitucional, que como ellos mismos dicen, no es perfecta (como si eso justificara tanta ignominia) sólo es lo que hay, … porque se lo permitimos.