Carta abierta a una diputada de VOX
Por Zortzigarrentzale
Muy Sra. mía:
Seguí con mucho gusto el pasado domingo, día 18, su intervención en el programa España Viva, en la cadena El Toro TV. Pero hubo una afirmación suya con la que estoy en completo desacuerdo y motiva la presente carta abierta.
En determinado momento hizo Vd. un encendido elogio de la transición que nos trajo la democracia. Le atribuyó una reconciliación entre los españoles y el inicio de una época de paz. Y eso no es cierto. La verdad es todo lo contrario.
Al hablar de reconciliación hay que distinguir la reconciliación entre los españoles y la reconciliación entre los partidos políticos.
La reconciliación entre las personas comenzó ya durante la contienda. Se fue ampliando y para la década de los cincuenta era casi general. Unos pocos persistieron en sus odios y en su afán de venganza.
No fue obra del régimen que siguió a la victoria. Aunque fuera posible gracias a un régimen que había vencido a los demócratas que habían hecho inevitable la guerra. La misma vida fue uniendo a los que antes habían estado separados.
En lo que a mi persona atañe, le diré que, en el campamento de la IPS, en el verano de 1954, tuve como compañero al hijo del coronel que mandó el ejército rojo en su última ofensiva en Extremadura.
Nos reconcilió la comunidad de intereses y aficiones que existían en la sociedad. Fuera la práctica religiosa, la afición al fútbol u otro deporte, como “hincha” o practicante, el trabajo, etc. Incluso el pecado. Pues el demonio no hacía distinciones al tentar a unos y otros y se conocían historietas de aventuras galantes en las que participaban quienes años antes habían militado en ejércitos contrarios.
La reconciliación, asimilada a la transición, que hoy Vd. y tantos más alaban, significó un cáncer para la reconciliación lograda. Supuso una vuelta al sistema político que había hecho inevitable la guerra. Entre la actual situación de permanente conflicto que nos reflejan todos los días los medios de comunicación y la transición no ha habido solución de continuidad. Y es que tenía que ser así cuando se considera como algo fundamental de esa reconciliación la legalización del PC. Partido cuya ideología ya se había impuesto en gran parte del orbe, en ella había matado toda libertad y producido cien millones de asesinatos.
Defendió Vd. la necesidad de un cambio político en España. Y en eso estamos de acuerdo. Pero de su afirmación de que la transición trajo la reconciliación me hace suponer que su deseo es volver a aquellos tiempos. El absurdo de siempre: poner altares a los principios y patíbulos a las consecuencias.
Su postura me sugiere un símil automovilístico.
Tenemos un automóvil colocado en una carretera de muy ligera pendiente. El vehículo se pone en movimiento por la acción de la gravedad y el conductor no hace uso del freno. Y no lo nace porque la velocidad alcanzada no es peligrosa y por que profesa el principio de que hay que dejar que el vehículo se mueva sin usar el freno. La aceleración es pequeña pero constante. Ello da lugar a una velocidad peligrosa. Entre los viajeros hay algunos que piden frenar. Otros no lo aceptan porque va contras sus principios. Y surge uno, más decidido que los demás, que propone sustituir al conductor por otro que accione el freno. Hasta ahí todo va bien. Frenado el vehículo procede llevarlo a su primitiva situación, en la cumbre desde la que comenzó su insensata carrera. Muy bien si lo sitúan en un terreno sin inclinación y con un conductor que no tenga reparo en usar el freno cuando es necesario. Pero lo que Vd. propone es situarlo, sí, en la cumbre. Pero donde ya hay pendiente, muy ligera, pero pendiente que lo pone en movimiento. Y con un conductor cuyos principios le impiden usar el freno.
Para ese viaje no necesitamos alforjas. Todos los esfuerzos y sacrificios de los seguidores de VOX, no servirán de nada si, como resultado de su victoria, nos lleva a la situación de 1978.
2 comentarios en “Carta abierta a una diputada de VOX”
Stuka
Verdad cómo la vida misma
Archie_en_A.I.
Absolutamente de acuerdo con usted: Macarena Olona se ha dejado llevar por el entorno.
Falsa esa desunión o lucha entre españoles en 1978: vivíamos muy bien; los políticos lo pudrieron todo.
Cierto como la verdad misma que se “reconciliaron” dirigentes de partidos para “politiquear”
El PC, el PSOE, la UGT tenían checas en los años 30 y está probado que actuando criminalmente.
Nunca debieron ser legalizados partidos ni organizaciones autores de crímenes de lesa humanidad.
Ahora más que nunca estamos padeciendo las consecuencias… ¡y lo que nos resta, si Dios no lo remedia!
Así que, amiga Macarena, ¡pies en el suelo y fuera buenismos insensatos! ¡hay que echar a los asesinos!
Gracias Zortzigarrentzale