(Ahorainformacion.es) –
El caso de las violaciones en Rotherham, Reino Unido, ha puesto el foco una vez más el debilitamiento de la institución familiar auspiciado por un Estado cada vez más ommipresente e ideologizado.
Jorge Soley, en su artículo “Las violaciones de Rotherham y la normalización del sexo adolescente”, nos trae a la memoria los casos de unas madres que lucharon, sin éxito, para que el Estado notificase a las familias cuando las adolescentes fuesen provistas de métodos anticonceptivos o informadas sobre procedimientos abortivos.
Una de las consecuencias de ocultar esta información a los padres, aunado a la promoción de la promiscuidad (“empoderamiento” le llaman ahora), ha sido sin duda la normalización del sexo adolescente y con ello el poner en bandeja de plata a miles de jóvenes vulnerables para que sean presa de depredadores sexuales a cambio de dinero, móviles o una falsa sensación de seguridad.
No olvidamos por supuesto el silencio cómplice de las autoridades que antepusieron su miedo a ser tachados de racistas a la seguridad de las comunidades que deben proteger. Una situación sangrante que probablemente siga ocurriendo en otros muchos lugares.
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