Fiebre iconoclasta: estupidez e hispanofobia
(Ahorainformacion.es) – La estupidez e ignorancia de las masas iconoclastas es proverbial, y suelen ser muy pocos los destructores con un mínimo de cultura. Sin embargo, detrás de la masa, los responsables instigadores revolucionarios de la furia destructiva contra las estatuas de todas las épocas, ya sea la de los yihadistas en Palmira, los calvinistas en la europa del siglo XVII, o los rojos en la España del 36 sí conocen perfectamente el valor de lo que destruyen. El gesto rabioso que alientan es un grito desesperado en contra de la cultura que les vio nacer, un proceso de auto-odio difícil de entender en el que se dirigen todos sus rencores y frustraciones hacia esas imágenes que, de alguna forma, les están indicando lo que debieron haber sido y no pueden ser.
Estos días estamos viendo escenas surrealistas como las que meten a Isabel la Católica, la reina protectora de los indígenas, modelo de humanidad, en el mismo saco que personajes racistas. No se trata solamente de hordas exaltadas como las que han atacado el monumento al español Juan de Oñate en Nuevo México. También demuestran su ignorancia los aseados políticos demócratas que han decidido retirar las estatuas de la reina Isabel y de Colón del capitolio de California. O la misma demócrata Nancy Pelosi cuando exige, al estilo revanchista de los guerracivilistas españoles, la retirada de estatuas de militares confederados.
La ola destructiva que está recorriendo los Estados Unidos no tiene nada que ver con el respeto a los negros. Si así fuera empezarían por solicitar el cambio de nombre de la capital del país, o pedirían rediseño de los dólares, pues es sabido que el masón George Washington era propietario de esclavos negros. En realidad, lo que quieren los progres estadounidenses es afianzar su imaginario masónico y ensuciar la memoria de las raíces hispánicas y católicas que sostienen tres cuartas partes de la nación.