Francia sólo podrá salvarse si renuncia a las ideas de la revolución y regresa a la tradición católica
(Por Iván Guerrero) –
Parece como si en Francia estén cada dos por tres pretendiendo encontrar supuestos ‘salvadores de la patria’, no me sorprende viendo como ha dejado la revolución el país después de trescientos años aproximadamente. En fin, ahora les toca parece ser con el señor Éric Zemmour.
La verdad es que estoy de acuerdo con él…
- Oponerse al neoliberalismo europeo, pero es raro esta postura siendo el liberal. El ser soberanista y el estar en contra del derecho de injerencia de la UE.
- Considerar que el Consejo constitucional o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos abusan de sus poderes.
- Un mayor control de la inmigración y el ser opuesto al modelo ‘anglosajón’ multiculturalista.
- Consumir preferentemente local y nacional para proteger el tejido económico y sus productores. Aunque, yo creo, que no exclusivamente local.
- Defender un modelo masculino que no se pliegue a los postulados de un movimiento que lo desprecia sistemáticamente, acusando al feminismo de tener consecuencias nefastas para la sociedad y en denunciar la teoría de la ideología del género y su conversión en dogma en la educación francesa.
Pero aquí viene lo negativo de su pensamiento y voy más allá, de la Francia moderna…
Desea el restablecimiento del ‘espíritu’ de la V República. Vamos a ver, el texto de la Constitución de esa V República recoge el preámbulo de la Constitución de la Cuarta República, es decir, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, las nefastas ideas de la revolución.
Se opone al uso en el espacio público de símbolos de pertenencia religiosa, como si fuera algo ‘obsceno’ el que hubiera símbolos de la religión verdadera en los espacios públicos. Además, considera que el islam es ‘incompatible con los valores republicanos’, que son parece ser laicidad y libertad individual, y con la civilización occidental. Mal vamos también, la civilización occidental no nace con la laicidad, sin un reconocimiento explícito de la religión católica como religión, no sólo de los diversos reinos cristianos sino de todo occidente. Tampoco reconocía ese antiguo occidente la libertad como la ve el liberalismo que para él es más bien ‘licencia para hacer incluso el mal’. Para nada comulgaba con el individualismo actual. Occidente nace con el pensamiento greco-romano y cristiano (Católico).
Dice que las intervenciones exteriores están destinadas al fracaso por estar motivadas por unos ‘valores morales o ideológicos’, ¿valores morales son arrebatar recursos en esos países sin aportar nada más que el corrompido modo de ver occidental?. Él si inclina por la ‘Realpolitik’ donde el pragmatismo y la defensa de los intereses nacionales ‘deben primar sobre las creencias’. No dudo de que debe haber una protección de las soberanías de los países pero tampoco llevar a una cerrazón a los mismos es decir, el mundo yo creo que es inevitable que deba estar unido pero unido a través de la religión verdadera y de instituciones comunes que lo regulen y que tengan como base la doctrina social de la Iglesia respetando de paso las soberanías e idiosincrasias de las patrias, y no asentado en las ideas liberales como ahora, con su pretendida homologación absurda por ejemplo.
Y por último, está del lado de la que llaman ‘Plandemia’, a favor de mascarillas y vacunas.
Resumiendo. Como ciertos líderes políticos españoles es, para mí, un sí pero no. Me explico, Francia, para que vuelva a ser Francia, la auténtica, debe renunciar a las ideas de la revolución para encontrarse así misma pero para ello debe volver a las esencias de la tradición que son la monarquía católica y el catolicismo sus antiguos y verdaderos pilares.