¿Por qué misterioso designio tienen que llevar nuestros hijos, descendientes al fin y al cabo de aquellos orgullosos españoles de los tercios, camisetas con inscripciones en inglés? Las únicas palabras en español que lleva la gente en sus camisetas son San Francisco, Colorado, Los Ángeles, Texas, Nevada, Florida, etc. Aunque hay algo más inexplicable todavía… ¿por qué será que la ropa de bebé no va en inglés sino en francés?
Somos una maldita colonia. Es evidente. En algunos puntos de nuestra geografía resulta complicado sacar a la calle un llavero rojigualda, no digamos un paraguas. Sin embargo muchos de los nuestros llevan sin pudor, como marcados por alguna voluntad superior, la union jack en su pecho, en su toalla playera, en la vajilla de su casa.
Todo esto es algo más que una anécdota. Es un indicador cultural de primer orden porque como es sabido el ser humano se compone de cuerpo, alma y vestido. El simple hecho de vestir así, como súbditos de una patria ajena, demuestra el borreguismo de muchos españoles así como el autoodio que caracteriza a aquellos que tienen alguna responsabilidad en el diseño, fabricación o comercialización de los productos que se llevan a los escaparates. ¿Qué podíamos esperar, en fin, de nuestras grandes empresas si el más español de nuestros grandes almacenes se llama “corte inglés”?