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Agradecimiento al Deán de la Catedral de Pamplona

Les escribo para expresar mi agradecimiento al Deán de la Catedral de Pamplona Carlos Ayerra.

Para comenzar, hoy día se echa muy en falta el arte del agradecimiento. Vivimos en una época de gran abundancia material pero no somos capaces de valorar lo que tenemos. Gente de hace varias generaciones tenían muy poco pero eran más capaces de agradecer y valorar lo que tenían.

Mucho más, un buen sacerdote que entrega su vida a los demás y a la Iglesia.

En primer lugar, Carlos Ayerra es un sacerdote incardinado en la Diócesis de Pamplona-Tudela. Es oriundo de Tafalla, donde nació el 15 de julio de 1959. Ha desempeñado diversos cargos en la Diócesis entre los cuales: Ecónomo, juez y muchos otros con gran acierto.

Es además de canónigo, director del museo de la Catedral de Pamplona.

Foto de Santa María la Real

El deán, celebra misa regularmente por el rito ordinario y los fines de semana el domingo y fiestas de precepto celebra misa por el rito extraordinario, donde se reúne una comunidad de católicos cada vez más importante unidos por el celo apostólico de Carlos Ayerra de defender la unidad de la Iglesia, por profundizar en la inmensa riqueza doctrinal de la Iglesia católica y a vivir en la caridad fraternal que nuestro Salvador nos ha inspirado.

Foto de la capilla de Santa Catalina. Donde suele dar misa.

En segundo lugar, como feligrés, diría que lo que más destaca de Carlos Ayerra son sus homilías de gran sustancia doctrinal y el candor de su personalidad. Una personalidad no carente de humor y de mucha alegría.

Foto de Carlos Ayerra con el anterior obispo

 

En sus homilías sale a relucir el alma de catedrático que tiene el sacerdote Carlos Ayerra, evitando la polémica inútil, llegando al corazón de los problemas y proponiendo cambios de vida personal que lleven a la santificación de las obras.

Siempre ajeno a cualquier controversia litúrgica o eclesial. D. Carlos Ayerra destaca por ser un “sacerdote de todos y para todos” los pamploneses. Él siempre se ha llamado a sí mismo “un cura de pueblo”. Reflejando la humildad propia de toda su carrera sacerdotal.

Foto de D. Carlos Ayerra

A guisa de conclusión, hay que agradecer porque hemos recibido muchos dones inmerecidos. Nuestros sacerdotes son el pilar sobre el que se basa la comunidad cristiana y sin ellos, andaríamos como ovejas sin pastor a merced del enemigo rugiente.

Entre los muchos dones recibidos, uno de éstos es la labor escondida de nuestro Deán D. Carlos Ayerra.

Os animo a que vayáis a agradecer en persona a  vuestro sacerdote de parroquia o a vuestro vicario parroquial y que oréis por ellos sin cesar.

¡Agradezcamos los buenos sacerdotes en vida, antes de que tengamos que lamentar su pérdida!

Ad Iesum Per Mariam.

¡Gracias D. Carlos!

Bibliografía

https://www.iglesianavarra.org/noticias/2017/10/carlos-ayerra-nuevo-canciller-general/

Todos los cargos realizados por el deán Página web del cabildo catedralicio

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