(Por Iván Guerrero)-
Todo esto de la llamada ”plandemia”, resumido, ha sido para mi una especie de experimento para observar como la plutocracia no sólo acapara más propiedades y así ser más ricos y poderosos si cabe sino para como controlar a una sociedad desnortada al estar formada por una mayoría de personas moldeadas para ser unos irresponsables listos parece para la esclavitud.
Y es que se están combatiendo los efectos, pero no al mismo tiempo las causas que ha creado este tipo de sociedad amoral, es decir, combatir la ideología liberal sería precisamente combatir las causas de la amoralidad. En fin es, como dijo el escritor y filósofo Vázquez de Mella (1861-1928), el ”poner tronos a las premisas y cadalsos a las consecuencias”.
Pero los mismos que han creado e introducido esa ideología perversa que dice cosas como por ejemplo que la libertad es un fin que tenemos que seguir conquistando, una obsesión con el progreso sin límites, no pueden ser los que acaben con ello y regeneren una sociedad sería totalmente contradictorio.
Se dice que el remedio contra el totalitarismo global hacia el que avanzamos a toda velocidad, hacia ese nuevo Leviatán, es seguir apostando y perfeccionando el liberalismo, craso error, pues el liberalismo transporta en su seno las semillas del socialismo y el comunismo totalitario. Como decía Chesterton ni capitalismo ni socialismo pues el uno significa es la concentración de la riqueza en pocas manos y el otro el Estado la concentra toda. No, la solución ha sido siempre el regreso a la tradición y dentro de ella a la caridad cristiana.
Resumiendo. Tanto con un exceso de abundancia que nos puede llevar a una sociedad autocomplaciente, incluso apática, como y con el tiempo a la vez con una en la que la abundancia está muy mal distribuida se prepara el camino a sociedades listas para una esclavitud luciferina.