Seguir el blog (Follow.it)Decíamos ayer… Vox ¿Un bien posible?
Por Efrén de Pablos
Ruego perdonéis mi ausencia durante tantos meses. De nada bueno sirve escribir por puro voluntarismo, cuando por las circunstancias que nos rodean aun no vislumbrábamos con nitidez un horizonte por el que valga la pena robar el tiempo a quien nos lee. Pero antes de meternos en nuevas aventuras, es de justicia contestar a quienes tuvisteis a bien de leer mi, hasta ahora, única entrada. Me pongo a ello:
Consideremos que Vox es una carabina o un cuchillo… es decir, un medio. El quién y el cómo se utilice ese medio político, marcará si es un “mal menor” o un “bien” (en cuyo caso ya no importaría tanto si mayor o menor).
Por supuesto no ignoro que el sistema partitocrático liberal es un mal en sí mismo, pero es un hecho que es el cauce político que desgraciadamente se ha impuesto en nuestra sociedad y por tanto, el único que tenemos si deseamos cambiarlo desde dentro: La misma CTC está (a mi entender equivocadamente) configurada como partido político, y no pocos intentos se han producido desde nuestro entorno encaminados a influir partitocráticamente en el Sistema. Tampoco ignoro que el entorno en el que nace Vox es el liberal.
Ahora bien, en el otro lado de la balanza nos encontramos con que Vox está aglutinando y estructurándose con una buena parte del sustrato católico que aun queda en nuestra sociedad, lo que a mi juicio lo convierte en una posibilidad para trabajar por el Bien Común y la recuperación de al menos una parte de nuestros valores sociales y morales. Así lo ven muchos católicos y muchos otros que sin serlo, aun añoran y/o anhelan políticas que defiendan si no la Doctrina Social de la Iglesia, al menos el Orden Natural de las cosas y el Bien Común.
En consecuencia mi propuesta estaba encaminada a ayudar doctrinalmente a Vox a ser ese “bien posible” que deseamos (apartándolo en lo posible de la posibilidad de terminar siendo un “mal menor”), en vez de gastar nuestras energías atacando al único partido que parece permeable al ansiado Bien Común, a la moral cristiana e incluso a la recuperación de nuestra historia.
