Demandamos restitución en Montserrat y Pamplona.
(Por José Fermín Garralda) –
Sí, demandamos restitución en Montserrat y Pamplona, que son un ejemplo de los muchos lugares en los que, bajo capa de memoria histórica, se está arrasando -literalmente- la memoria de la Cruzada. Porque fue una Cruzada. Separen los elementos y, sobre todo, sean valientes, y verán claro que lo fue. Llevamos años arrasando la Cruz, y simultáneamente -no es casualidad, ¿eh?- se aniquila al hombre. ¿Es que no se dan cuenta de esto los más “piadosos” liberales? Pero, ojo, para todos reza el que obras son amores…. y no buenas razones. De todas maneras, tragar mentiras… es, a la corta o a la media, intragable. A ver cuánto les cuesta tragar, que ya queda poco.
Después de este exordio, empecemos.
Ninguno tan perseguido como el buen catalán por su profundo amor a la catolicidad y una Cataluña que será cristiana o no será, y porque su gran amor a Cataluña abraza toda España.
Ejemplar el buen catalán cuando llama ignominia a lo que es, habla de culpabilidad porque la hay, y denuncia los abandonos, complicidades y silencios del “perro mudo”. Ejemplar cuando persevera ante la politización clerical separatista, la acumulación de errores, la revanchistas del que perdió una guerra atroz hace 85 años, el silencio culpable de lo que fue 1936, el golpismo de 2017, el amoldarse a las circunstancias que llevan a las catacumbas, y el oscurecimiento en la Fe católica.
En Cataluña hubo una terrible persecución religiosa en 1936-39: 2.441 asesinatos de eclesiásticos por serlo, entre ellos tres de sus obispos más el de Teruel Anselmo Polanco, 1.538 sacerdotes, 824 religiosos (23 benedictinos de Montserrat) y 76 monjas. Todo un holocausto. Sumemos los casi 6.000 seglares asesinados, de cuya sangre fue responsable Lluís Companys. Para el historiador Josep María Solé i Sabaté, se produjo una auténtica «orgía de sangre» y «uno de los episodios más tristes de la historia de Cataluña».
Por el laureado Tercio de requetés Ntra. Sra. de Montserrat pasaron 1.800 bravos catalanes: 319 murieron en combate por Dios y por España, y 633 fueron heridos. El Tercio lo organizó, entre otros, don Mauricio de Sivatte y Bobadilla (+ 1980). De 1958 a 1961 se construyó el Mausoleo a sus muertos, que cuida una Hermandad canónica, en un recinto privado propiedad de la abadía de Montserrat. En éste Mausoleo descansan 200 requetés de dichos 319 muertos: una tierra santa para quienes se empeñaron en salvar la Religión y la Patria frente al comunismo del PCE, el anarquismo, los separatistas y el POUM trotskista que purgó Negrín. El 1965 se levantará en bronce el Monumento del Requeté yacente mirando a la Moreneta.
Tras años de enfriamiento espiritual y vivir de rentas, llegó la indiferencia y silencio culpables. Ahora las profanaciones. La primera fue el 18-VII-2021, cuando unos separatistas robaron y quemaron con odio, jactándose en público, la bandera, insignias y símbolos del Tercio que estaban en la cripta.
La segunda profanación fue el 14-I-2022, cuando a instancias del Parlament, la comunidad benedictina de Montserrat retiró el Monumento del Requeté yacente, testimonio de generaciones futuras. Dos semanas después, el 29 de enero, una muchedumbre de carlistas y otros buenos catalanes, lo desagraviaron en Montserrat.
Los monjes, sumisos al poder político, al separatismo y una democracia anticrística, han roto la promesa hecha en su día por el abad Aurelio Mª Escarré. Para muchos catalanes, dicha retirada es una profanación y barbarie, humilla “a los descendientes espirituales de los Macabeos”, siega la memoria de los mártires de la Cruzada, y ofende a la Moreneta: “negáis que nuestros mártires merezcan veneración y respeto; negáis que su combate fuera justo; negáis que su sangre sea fértil; negáis -en el fondo- que la fe por la que murieron es la única y verdadera”.
Un segundo acto de desagravio fue el pasado 25-II-2023. También ahora la procesión ha partido de la cripta hasta la abadía benedictina para pedir que no se olvide a los catalanes que murieron por defender la Iglesia, la Patria y la Tradición, así como la restauración de la imagen del Requeté que presidía el Mausoleo.
Los Manifiestos, entregados al prior de la abadía, expresan sus razones. Dicen: “Hoy muchos de estos monumentos han sido derribados o retirados. El afán del gobierno socialista por acabar con ellos coincide con el de grupos terroristas como ETA que iniciaron sus atrocidades atentando contra todo lo que recordara nuestra Cruzada (…) Los enemigos de Cristo no quieren que las piedras sean testigos del ejemplo y el sacrificio de tantos catalanes para preservar la fe de sus mayores ante la persecución religiosa”. Más aún: ¿hay misericordia cuando el olvido de los muertos es peor que arrebatar el alma? Pues tampoco habrá rendición: “Así lo prometemos y así lo haremos”, rezan los buenos catalanes.
¡Qué gran ejemplo para los navarros de hoy! En 1997 el arzobispado regaló -con unas condiciones gravemente incumplidas- el monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada al Ayuntamiento de Pamplona. La Hermandad -canónica- de Caballeros Voluntarios de la Cruz trasladó la Santa Misa y Via Crucis reglamentarios de la basílica a su cripta, que el arzobispo Mons. Fernando Sebastián convirtió en su sede. En el año 2015 comenzó el horror. Entre 2015-2016 se cometió un sacrilegio muy prolongado, en donde estuvo el Altar Mayor de la basílica desacralizada. En 2016 fue la violenta exhumación de los ocho restos mortales –en contra de los actuales familiares de seis- de la cripta por la alcaldía de un EH Bildu que no condena el terrorismo etarra, con la asombrosa inacción del Sr. arzobispo que finalmente retiró su intervención –preparada para ganar- en los Tribunales. Ahora éste impide de facto celebrar la Santa Misa en la cripta de la que es usufructuario, vacía de restos mortales pero cada vez más llena de significado religioso. Nunca he visto una Hermandad –la fundó el obispo Olaechea el 26-XII-1939- tan vapuleada.
¿Por qué tanto silencio–salvo excepción- entre los navarros? Si la Revolución mansa liberal los ha desnaturalizado, en España parte de la jerarquía católica ha fallado en esto. Si la mentira y la presión han triunfado, demandamos restitución.
José Fermín Garralda
Publicado en “Siempre P’alante. Unidad Católica de España”, nº 17 (15-III-2023) pág. 14
Un comentario en “Demandamos restitución en Montserrat y Pamplona.”
Carlos Ibáñez Quintana.
Siempre hemos considerado los carlistas que la Guerra Civil fue una Cruzada.
Me permito traer el testimonio de un santo.
San Rafael Arnaiz Baron estaba en la Trapa de Vernta de Baños, como novicio. He aquí cómo veía la guerra desde su celda. El día 2 de agosto de 1936 escribió en su diario lo que sigue:
“España está en guerra. Los hay enemigos de Dios y los hay que militan bajo la bandera de Cristo”.
LO escribió quien hoy ya está en los altares.