Por eso hoy propongo a todos nuestros correligionarios que adopten una serie de actitudes que hagan notorio nuestro rechazo al sistema actual. Propongo que todas nuestras devociones de ese día se hagan con la petición al Señor de la pronta abolición del funesto texto legal. El santo Rosario, sea rezado individualmente, en grupos o en templos, sea aplicado con la misma intención.
Observar un ayuno. O, al menos. Prescindir en nuestras comidas de los manjares o detalles que nos las hacen apetecibles. Por ejemplo, del vasito de vino o los dulces de postre. En nuestros locales, colocar colgaduras con crespones negros. A otros correligionarios se le pueden ocurrir otras acciones. Que las propongan. Lo importante es que llamemos la atención de los españoles, que hoy protestan contra la situación actual, de que el mal es más profundo que los pactos del Gobierno con separatistas y terroristas. Para que dirijan su descontento al verdadero fundamento de nuestra actual situación desgraciada: el actual sistema democrático-liberal. Y se unan a nuestro afán de restaurar un sistema político basado en nuestra Tradición católica.