El P. Bronchalo en un libro genial crea un paralelismo entre El Señor de los Anillos y cada pasaje evangélico
(Una entrevista de Javier Navascués).-
Padre Javier Bronchalo. Sacerdote de la diócesis de Getafe desde hace doce años, actualmente párroco en la iglesia de Nuestra Señora de Butarque, en Leganés, y capellán en la Universidad Carlos III de la misma ciudad. Le gusta trabajar con jóvenes, de ahí la inquietud por escribir libros, además del presente del que versa la entrevista, Un camino para liberarnos a todos, ha escrito Santos o Nada (espiritualidad explicada de manera sencilla), Cuando el sexo te atrapa (para reconocer y afrontar la adicción a la pornografía) y El amor no se acaba (espiritualidad matrimonial para novios y matrimonios)
¿Por qué decidió escribir un libro de meditaciones estableciendo un paralelismo entre El Señor de los Anillos y el Evangelio?
Desde que era adolescente me apasionó la lectura de la obra de Tolkien. Encontraba, como le sucede a muchas personas, un gozo grande cada vez que abría el libro de El Señor de los Anillos y sentía esperanza ante las dificultades de la vida cuando lo cerraba. Esto no me pasaba con otras obras de literatura fantástica. Más adelante descubrí que Tolkien era un hombre de profunda fe católica y, lógicamente, esa fe estaba plasmada en su obra. Ese era el motivo por el que había gozo y esperanza en la lectura de El Señor de los Anillos. Por ello decidí escribir este libro para mostrar que se pueden sacar paralelos con el Evangelio.
¿Cuál es en esencia la principal similitud entre la obra de Tolkien y el Evangelio?
Yo diría que una similitud muy grande entre El señor de los Anillos y el Evangelio es la de que estamos inmersos en una batalla que se da entre la luz y las tinieblas y que el triunfo del bien requiere un imprevisto salvador, una genialidad como es la de que Dios mismo se haya hecho hombre y haya vencido al enemigo con las propias armas del enemigo, es decir, ha vencido a la muerte muriendo para después resucitar.
¿Por qué se percibe que Tolkien está empapado de catolicidad y amor a la Verdad?
Tolkien dice en una carta que escribe al sacerdote jesuita Robert Murray: “El Señor de los Anillos es, por supuesto, una obra fundamentalmente religiosa y católica; de manera inconsciente al principio, pero luego cobré conciencia de ello en la revisión” (Carta 142). El Señor de los Anillos no es propiamente un libro de espiritualidad cristiana, No es La imitación de Cristo, de Kempis, o el Cántico Espiritual, de San Juan de la Cruz. Sin embargo la fe del autor impregna el libro y quien tiene fe y se acerca a leerlo ve mas allá de los elfos, los orcos y los enanos las huellas de la fe en Dios que Tolkien transmite. Esto es porque lo que un autor resulta inseparable de la obra que plasma. Tolkien tiene fe una fe profunda y sencilla y eso se palpa en sus escritos.
¿Por qué lo ha titulado Un Camino para liberarnos a todos? ¿Liberarnos de qué?
Se trata de un juego de palabras que los lectores conocerán. El enemigo en la historia de El Señor de los Anillos, Sauron, forjó un Anillo para dominar y atraer al poder de las tinieblas a todas las gentes de los pueblos libres, que son los elfos, los enanos y los hombres, a través de unos anillos que había regalado a algunos de sus líderes. También nuestro enemigo el diablo tiene un arma para atraernos a Él, que es el miedo a la muerte. Por el miedo a la muerte, no solo la muerte física sino la muerte en vida de que no me reconozcan, de no tener las cosas que tienen otros o de no tener salud, los hombres no aceptamos la cruz, huimos de ella, la tapamos, haciéndonos esclavos de los pecados, poniendo la vida en los ídolos de este mundo. Cristo ha venido a abrir un camino para liberarnos a todos, necesitamos salvación, y nos ha enseñado que este camino es el de tomar la cruz y seguirle, “vayamos también nosotros a morir con él” (Juan 11, 16).
¿Le ha costado encontrar el paralelismo entre cada pasaje evangélico y cada escena del clásico de ficción?
La verdad es que se me hizo sencillo, quizás porque he leído muchas veces El Señor de los Anillos y porque rezo y leo el Evangelio cada día. Para elegir los pasajes me decía a mí mismo: “si tu estuvieras acompañando a los distintos personajes de El Señor de los Anillos, viviendo las situaciones que ellos viven, y tuvieras que predicar una homilía corta para ayudarles a ver a Dios ahí, ¿Qué les dirías?”.
A su juicio, ¿hay alguno que puede ser un poco forzado…?
Es muy buena pregunta. Para mi no son forzados pero entiendo que habrá personas a las que se lo parezca. Por eso es muy importante decir que lo que escribo no son interpretaciones cerradas sino una ayuda al lector para poder reconocer situaciones concretas de su vida a partir de la obra de Tolkien e iluminarlas después a la luz del Evangelio. No estoy diciendo que Tolkien al escribir sobre algo estuviera justo pensando o aludiendo al comentario del Evangelio con que yo lo relaciono, solo dar sugerencias para que a través de lo escrito por Tolkien la gente pueda aplicar enseñanzas evangélicas a la vida. Tolkien no era fan de la alegoría en sus obras, sin embargo si habla de que los textos que escribe tienen aplicabilidad a la vida concreta. Por ejemplo, Gandalf no es Cristo, pero hay aspectos en el personaje de Gandalf que recuerdan a Cristo y pueden iluminar la vida.
¿Hasta qué punto es conveniente haber leído el Señor de los Anillos para comprender el libro?
Es bueno haberlo leído, así se entenderá mejor, pero no es estrictamente necesario. Mi madre no había leído El Señor de los Anillos y si ha leído y le ha gustado el libro. Quien no haya leído la obra de Tolkien encontrará homilías breves que le pueden ayudar en su vida diaria, y quizás (ojalá) después se anime a leer El Señor de los Anillos.
¿Qué aporta a todo lo que se había escrito sobre el libro de Tolkien?
¡Qué buena pregunta también! Hay mucho escrito y muy bueno sobre Tolkien, analizando su obra desde distintos puntos como el antropológico, el filosófico o el fisiológico. Lo que puede aportar este libro que he escrito es un método sencillo para ayudar al lector a profundizar desde la fe en la fe que el propio Tolkien plasma, a descubrir las semillas del Verbo de Dios ocultas en la obra.
¿Cómo pueden ayudar esta meditaciones al católico de hoy?
Todo lo que ayude a crear y alimentar la cultura católica es bueno. Leer y meditar el Evangelio lo es. Leer buenas obras que alimentan el espíritu como El Señor de los Anillos lo es también. Vivimos tiempos de ir a contracorriente y necesitamos continuamente mucho alimento, si no nos da catequesis la palabra de Dios nos la da el ambiente cultural secularizado y descristianizado en el que vivimos.
Cómo conclusión, ¿Por qué merece la pena leer el libro?
Espero que a eso puedan responder los lectores. Lo he escrito para que sea una lectura amena a la vez que profunda que de alimento y esperanza a quien se decida a darle una oportunidad.