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Éxitos y objetivos de la masonería para destruir a la Iglesia Católica.

Por Iván Guerrero.

Navegando el otro día por las abundantes y a la vez turbulentas aguas de internet encontré algunos datos sobre el plan masónico de destrucción de la Iglesia Católica. Es increíble lo acertados que son. Aquí comparto esos datos para el que los quiera leer y entender.

Éxitos logrados por la masonería:

-Ruptura de una fe única. Ya son muchos los que niegan y dudan de dogmas básicos: presencia eucarística, divinidad y resurrección de Jesús; virginidad de María; existencia del infierno; ángeles y demonios, etc.

-Contestación al Papa y a su doctrina.

-Control de Editoriales y publicaciones católicas.

-Entrada de miembros en la enseñanza religiosa, sobre todo en Facultades Eclesiásticas y Seminarios.

-Los que fueron infiltrados en Seminarios y Congregaciones Religiosas, han ido consiguiendo puestos influyentes y actúan con eficacia.

Próximos objetivos:

-Seguir avanzando en todos los anteriores expuestos.

-Acabar con la dimensión vertical y toda forma de oración.

-Destruir y vaciar totalmente el contenido del dogma.

-Sustituir el teocentrismo, por antropocentrismo.

-Relativizar la moral. No hay principios o referencias objetivas y respuestas desde arriba. Todo es subjetivo.

-Liberalizar las prácticas sexuales, anticonceptivos, etc.

-Sacerdocio femenino.

-Celibato opcional, etc.

-Eliminación de la Misa. Hay que suprimir el aspecto de ”sacrificio” y limitarlo a la dimensión de ”cena fraterna”. De esta manera, ya no tendrá valor sacramental y se habrá conseguido una reunión vacía de contenido.

Ese es su principal objetivo. ”Esta es nuestra gran aspiración: destruir la Misa Católica, quedará destruida la misma Iglesia desde dentro sin persecución sangrienta y con la colaboración de los mismos católicos.”

Y rematan en plan triunfalista diciendo…”tenemos el triunfo al alcance de la mano. Ya sólo podrá evitarlo una intervención directa y extraordinaria de Dios. Pronto, muy pronto, podremos gritar: ¡Te vencimos Galileo!.”

En fin, vergonzoso.

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