La señora Ayuso, cómo era totalmente de esperar, ganó de forma aplastante las elecciones para así seguir gobernando la Comunidad de Madrid. Que conste que antes de que ganara cualquiera de las otras formaciones de la llamada izquierda prefería su victoria o la de la señora Monasterio aunque yo en el fondo no hubiera votado ni a la una ni a la otra pues desgraciadamente ninguna de ellas junto con sus respectivos partidos pueden solucionar nada de los grandes problemas que sufre España al ser para empezar liberales.
Era para mi curioso el lema de campaña de Ayuso, ”Libertad o comunismo”, con una ”A” en forma de pirámide de paso, pues se me hace familiar como creo que es uno de los lemas de la nefasta revolución masónica francesa eso de ”La Liberté ou la mort”. No me sorprende tampoco al ser la revolución orquestada por la masonería y esta la creadora de la ideología liberal ideología que todos los grandes partidos apoyan cuando encima es el liberalismo el padre del socialismo y del comunismo luego no pueden estar enfrentados más bien todo lo contrario están conchabados engañando y enciscando de paso a la gente.
Libertad por aquí, libertad por allá, ¿y a qué clase de libertad se refiere la señora Ayuso y el PP vamos a ver?, pues no la real sólo la que en general propone el liberalismo, la libertad entendida como fin a conquistar constantemente y sin cesar en este mundo y eso inevitablemente nos lleva al libertinaje para después pasar inevitablemente a una tiranía parecida a la actual, cuando en realidad la correcta libertad ya nos es concedida por Dios desde que nacemos. Hay que ser un gran necio para no darse cuenta. El liberalismo lo ha distorsionado completamente pues la libertad es simplemente un medio que el hombre mediante la razón debe saber utilizar adecuadamente para llegar a la virtud en su vida.
Lo he dicho otras veces, la señora Ayuso no es la solución para los graves problemas que tiene que lidiar este país. Representa a un partido que defiende la monarquía parlamentaria, las autonomías, la economía capitalista, el laicismo, el aborto, el movimiento LGTB, la agenda 2030, etc… y si eso es lo que necesita este país para salir del hoyo putrefacto en el que está, madre mía y que Dios nos ampare. No, todo eso es lo que precisamente nos ha hundido como país.