Seguir el blog (Follow.it)Mercenarios Rusos en Guinea Ecuatorial
Por Miguel Ángel Pavón Biedma
En ABAHA televisión, medio desafecto a la política oficial de la República de Guinea Ecuatorial, se publica hoy la ominosa noticia de que esa república planea mandar tropas a la guerra que sostienen Rusia y Ucrania. Al parecer tendría la apariencia de un entrenamiento militar aunque en la realidad se abren numerosas oficinas de reclutamiento en la totalidad de su territorio.
Evidentemente supone un intento de implicar al continente africano en un conflicto totalmente ajeno. Igualmente existe una contrapartida: la presencia de numerosos mercenarios rusos, que incrementarían la cuantía de los ya existentes y podrían suponer un poderoso baluarte para el sostén de su régimen que, como sabemos, es cuestionado en numerosas instancias nacionales e internacionales, muchas de ellas defensoras de los derechos humanos.
El ejército guineano, no aclimatado a esas latitudes, mal pertrechado y con una elevada tasa de enfermedad (según cálculos de un Congreso de Medicina Militar en Camerún la tercera parte del contingente estaría afecto de infección por HIV) no puede esperar otra cosa que verse envuelto en una empresa de imprevisibles y devastadoras consecuencias. Este hecho aumentará más su aislamiento internacional y, para España, debería suponer la necesidad de un posicionamiento de no colaboración y retirada de cualquier ayuda, aunque sea humanitaria o religiosa, pues es un caso claro de violación de loa derechos de la guerra. Quizás, para los pocos españoles que quedan allí, una honrosa repatriación sería la opción más prudente aunque eso suponga pérdidas económicas de empresas vinculadas a intereses espúreos.
Recientemente una misión franco española en Malí fue retirada después de objetivar su inificacia, precisamente debido a la presencia militar, irregular, rusa.
En el Golfo de Guinea se desarrolla una silenciada batalla naval en torno a la desembocadura del Níger. El objetivo no es otro que el control de los yacimientos petrolíferos de la zona, ubicados en zonas marítimas adyacentes.
El desagradable episodio reseñado involucra, como ya hemos dicho, al continente africano en un conflicto que le es extraño y con el trasfondo de la permanencia auto otorgada en el poder de un grupo de presión. Quizás en este contexto debieran analizarse acontecimientos nunca explicados suficientemente como la extraña explosión en un polvorín de Bata (sujeta a investigación internacional) al que ya nos hemos referido en anteriores ocasiones. Esperemos que el ansia por el poder y por la ocultación de lo ocurrido desde la independencia, de paso a actitudes más transparentes y acordes con la paz internacional y los derechos de los pueblos.