(Por Javier Garisoain) –
Diversos medios y periodistas del entorno liberal, neocon o incluso algún presunto tradicionalista que ha caído en la trampa, han aprovechado una nueva catequesis del Papa sobre el milagro de la multiplicación de los panes y los peces (25 de julio) para acusar al Papa de comunista, materialista, pobrista y hasta de modernista negador de los milagros.
Libertad Digital, por ejemplo titula: “El Papa corrige a Cristo: “El milagro no es multiplicar los panes y los peces”. Este titular es una manipulación como una casa. Aunque, la verdad, cualquiera que sepa un poco de historia sabrá que nada mas propio de los liberales que mentir. Siempre lo han hecho. Resulta muy hipócrita hacerse pasar por guardián de la fe y la ortodoxia y, al mismo tiempo, ser un adalid de la ideología liberal. ¿De verdad alguien cree que van a ser los redactores de Libertad Digital, anticlericales por naturaleza, quienes van a salvar la recta interpretación del Evangelio de las supuestas herejías que afirme el Obispo de Roma en sus homilías o catequesis?
Infovaticana, medio que no siempre hila demasiado fino en sus análisis eclesiales titula: “Francisco insiste en que el milagro de los panes y los peces fue “compartir”. Se trata de un desafortunado artículo de Carlos Esteban, a quien por lo demás aprecio y sigo. Pero en esta ocasión creo que él e infovaticana han entrado al trapo y están haciendo un servicio a los liberales neocon que no soportan al Papa. Además, ¡Qué malo y qué difícil es resumir un texto tipo homilía en un titular! Por definición, este tipo de discursos podrían ofrecer tantos titulares como oyentes. Que a Infovaticana o a uno de sus redactores le llame la atención eso de “compartir” es lo más alejado de la neutralidad periodística pues se basa en un criterio absolutamente subjetivo.
A veces por otra parte, entre los católicos, parece que quienes más obsesionados están por todo lo que dice el Papa son los que nos acusan de papólatras sólo porque reconocemos su legítima autoridad. Cuando el papa patine -que todo es posible- o diga cosas que no me cuadran me podré callar o mostrar una disconformidad respetuosa, lo que nunca haré es sumarme al carro de los neocon o de los liberales que no se preocupan por la ortodoxia del Papa sino que tratan de manipular a la Iglesia al servicio de sus ideologías.
Por su parte, un redactor de Electomania.com ha escrito: “El Papa Francisco pide cambiar el “multiplicar” de los panes y los peces por “compartir”. Resulta que en el Evangelio no aparece la palabra “multiplicar”. Así que no hay nada que cambiar. ¿Cuál es el problema entonces?
En esta ocasión el Papa no niega ningún milagro, lo que hace es explicar en qué nos concierne el mandato de “Dadles de comer”. ¿De verdad vamos a ser tan simples de creer en Jesús sólo porque un día hizo aparecer de la nada cinco mil panes? ¡Por favor! ¡Que ha creado el Universo! Para quien tiene fe en el auténtico Jesús lo de los panes y los peces es una anécdota. Para los más simples -o para los materialistas- era un acontecimiento que les llevaba a querer proclamarlo rey. El Papa, como digo, pone el foco no en el fenómeno milagroso en sí sino en el hecho de repartir. Y nos recuerda que si damos con fe, si repartimos en nombre de Dios poniendo lo poco que tengamos con amor, aun nos sobrará. En eso consiste realmente la caridad, en dar sin medida, sin cálculos. Así lo han hecho todos los santos y así lo pueden confirmar por ejemplo las familias numerosas. Todo lo que se da con generosidad al final vuelve con creces, y rebosa.
En este mundo tan polarizado parece que cada vez cuesta más defender la verdad y poner las cosas en sus justos términos. Si apoyas al Papa te tachan de comunista. ¿Comunista yo? Lo que siempre he sido es antiliberal. O, en todo caso, comunionista… Aunque siempre he pensado que los -ismos los carga el diablo y por eso cuanto menos se usen mejor.
No se si esta maniobra farisaica de ir a buscar la paja en el ojo papal se hace para utilizar a la Iglesia como arma arrojadiza contra las ideologías adversarias o si se emplea directamente para provocar división e inquietud entre los católicos. En cualquier caso, no se fíen ni un pelo de los titulares ni de los comentarios periodísticos. Acudan a la fuente, oigan con buena fe la palabra del Papa y verán que no ha dicho nada terrible, ni comunista, ni modernista. Lo ha dicho en el típico estilo jesuítico, sí, ese que a veces nos pone un poco nerviosos porque obliga a pensar. Sólo es eso. Además, las enseñanzas o reflexiones de sus homilías o catequesis -como las de cualquier otro sacerdote de Dios- aprovecharán más o menos, estarán más o menos inspiradas, moverán más a unos que a otros, serán más o menos ocurrentes o agudas. Pero aprovecharán mucho más si se escuchan con buena intención, tratando de encontrar la viga propia.
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