(Por Iván Guerrero) –
Se sigue alabando la constitución porque según se dice por ahí ha traído la democracia, la libertad y ¿el progreso? (vaya tela) al pueblo español.
La constitución fue hecha por unas Cortes ordinarias pero no constituyentes. Luego ya empezamos mal…
Esta constitución pervierte el concepto de democracia, de libertad e igualdad pues la democracia impulsada desde la constitución es por descontado la que tiene el liberalismo, es decir, la democracia como fundamento de gobierno. Esa aberración metafísica que dice que el poder lo detentan las mayorías y que simplemente por serlo ya tienen razón y poder suficiente para aprobar cualquier resolución dando igual si es buena o mala para el conjunto de la ‘polis’. Pervierte el concepto de libertad pues la libertad no es un fin en esta vida, ya que libertad se tiene al tener la inteligencia y el libre albedrío concedidos por Dios al hombre, sino un medio que debemos saber utilizar correctamente para ser realmente felices. Y el concepto de igualdad, que no es realmente igualdad de derechos ante la ley en sí mismo (que tampoco se suele cumplir por cierto) sino más bien ‘igualitarismo’ que lo único que pretende es homologar todo incluso a los propios seres humanos cuando somos únicos e irrepetibles.
Una constitución que tiene artículos en defensa del derecho a viviendas y trabajos dignos pero que el acceso a la vivienda es cada vez más complicado para el obrero y el nivel de desahucios enorme en este país y los trabajos, pocos y con los cuales cada le cuesta más al español conseguir tener una vida aceptable.
Esta constitución permite leyes con las cuales a la gente se la educa por medio de una ingeniería social nihilista, hedonista para ser unos degenerados incultos además de unos irresponsables para con Dios, con el prójimo y para con su país.
Una constitución que dice proteger la vida pero a la vez permite leyes que persiguen al varón, que busca la destrucción de la familia tradicional, núcleo de cualquier sociedad que pretenda ser denominada como ‘civilizada’, permitiendo como permite el divorcio, matrimonios entre homosexuales, el aborto o la eutanasia.
Esta constitución liberal, masónica, es decir, atea, se olvida de Dios cuando es el creador y el origen de todas las cosas. Una constitución que hace de España un Estado aconfesional cuando no se puede entender España sin la religión católica, raíz de España y que encima dice proteger todas las religiones cuando no son iguales y sólo hay una verdadera, la católica, atacada impunemente.
Esta constitución ha traído también el progreso, se dice. ¿Es en serio?. Pues España está arruinada tanto moralmente como económicamente gracias al fermento abonado por esta constitución durante más de cuarenta años, señores. Por favor, dejen de decir más chorradas…
En fin, como he dicho otras veces un día que no se debería volver a celebrar al no haber para mi nada que celebrar.