La mentira es como la oscuridad, se rompe con una pequeña linterna. Acabar con ella no requiere necesariamente que se entablen luchas gigantescas. La manipulación histórica se esfumará y quedarán en evidencia los manipuladores tan solo con que dos o tres se conjuren para contar la verdad.
Recordar es revivir, actualizar sentimientos y afanes de lucha juveniles que han sido afinados por la experiencia. Supone darse una una nueva oportunidad en las luchas eternas. ¡Cuántos segundos o terceros capítulos han sido protagonizados por recordadores del primero así como por jóvenes que supieron recoger el testimonio de los recuerdos ajenos!
Y recuerda que no hay recuerdo pequeño. Que a veces una simple imagen, atesorada en la memoria de unos pocos, es la semilla que puede llegar un día a requebrajar los pies de barro de los gigantes del engaño dirigido por cualquier ideología.
Recuerda en cuerpo y alma. Y transmite tus recuerdos, que eso también es tradición.
(Publicado en AHORA INFORMACION NUMERO 153)