Fundación Disenso – VOX
(Ahorainformacion.es / Luis B. de PortoCavallo) – Santiago Abascal en compañía de Iván Espinosa de los Monteros viajaron, en febrero a Estados Unidos, para acudir a algunos think tanks (mal traducido como eso tan cursi de «laboratorios de ideas»), vinculados con el partido republicano (entre otros la Heritage Foundation, el International Republican Institute, y la American Conservative Union).
Tan “obnubilados” del «pensar anglosajón yankee», han debido quedar ―absolutamente contrapuesto a nuestras esencias tradicionales hispánicas―, que están creando, ahora, eso de un think tank de “nuevas” ideas, para VOX, como “centro de pensamiento liberal conservador” para “dar la batalla” en lo que se ha dado en llamar “guerra cultural”, bajo el nombre de Fundación Disenso, por contraposición al “pensamiento dominante del consenso progre”.
El Patronato de la Fundación Disenso estará presidido por el propio Santiago Abascal. Será dirigido por Jorge Martín Frías (licenciado en Filosofía, proveniente de FAES y cofundador de la Red Floridablanca, desde dónde se reivindicaba ―nada más y nada menos― que «la “tradición” liberal española y la plena vigencia de las políticas liberales y conservadoras», esto es, todo aquello que a lo largo del siglo XIX y primer tercio del XX llevó a España a la ruina y a la desmembración de sus territorios).
Contará con el antiguo ex miembro del PCE Fernando Sánchez Dragó (“depurado” a finales de los noventa de Televisión Española y más recientemente “fulminado” del diario El Mundo ―al que estaba ligado desde su fundación en 1989―); José María Marco (afiliado al PSOE y UGT de 1983 a 1989, abiertamente homosexual y fundador de Libertad Digital); Carlos Bustelo y García del Real (desastroso ex ministro de Industria y Energía y presidente del Instituto Nacional de Industria con Suárez, ex presidente de la CMT [Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, 2003] y fundador del think tank pro sionista Friends of Israel Initiative); Hermann Tertsch (periodista y eurodiputado de Vox); o Francisco Contreras (catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla y diputado de Vox en el Congreso). Al parecer la fundación ya ha sido inscrita, estando pendiente de los últimos trámites administrativos en las próximas semanas.
Se plantea como un intento de ampliar “su base de trabajo” y dotar al partido «de una mayor red de influencia política y social con la que convertirse en una alternativa social y patriótica, de libertad y sentido común», para lo que se propone hacer análisis, estudios, preparar informes y realizar actos, seminarios, cursos presenciales y on line “formativos”, con la finalidad de “proporcionar” a sus seguidores “las claves de su trabajo e ideología”, además de dedicarse a la formación de sus cargos públicos.
Si se sabe leer bien entre líneas, lo que se viene a decir es que, ante la anárquica amalgama que conforma el partido, los dirigentes de VOX, desean determinar y controlar “lo que se debe, o no, pensar” y que no van a permitir a nadie que piense por sí mismo, sino únicamente aquello que, en cada momento, venga explícitamente aprobado y avalado desde la cúpula.
No deja de ser una vuelta de tuerca más de “pensamiento único centralizado”, pero de pretendido “sentido contrario”, al modo de antítesis hegeliana. Un retorno del axioma práctico pregonado por Alfonso Guerra: «El que se mueva no sale en la foto». Vamos, «nada nuevo bajo el sol», lo de siempre, tanto de los liberalismos de todo cuño, como del estalinismo, que en eso de imponer ideologías no se diferencian.
Desde las premisas de la “revolución”, difícilmente se podrán “contrarrestar” las ideas dominantes presupuestadas por la propia revolución.
4 comentarios en “Fundación Disenso – VOX”
Arturo Jorge
Estoy de acuerdo que igual sale rana, pero para las escaleras que han subido los comunistas, hay que bajarlas de una en una o te arriesgas a pegartela. Ademas se necesitan apoyos externos. Asi que hay que ceder en algunas cosas, pero no en lo fundamental. Es eso o todo lo opuesto.
J
Bueno, pues al respecto, mi humilde opinión es la siguiente; para empezar creo que ya está bien de que los sindicatos que hay, dejen de ser gobernados por la izquierda, y para que pase esto, deberían de desaparecer, ya que no representan a los trabajadores ni mucho menos, y esto lleva pasando desde hace muchos años, pero estas garrapatas siguen pegadas al lomo de los españoles, desde que las empresas, la mayoría tiene sus sindicatos y hacen los convenios colectivos a medida de sus necesidades, el trabajador que produce, porque esa es otra cosa que hay que aclarar, y no el que vive del propio trabajador, porque el estado se financia con las empresas privadas y no con las públicas, cosa que a algunos políticos había que recordarles; hay motivos para pensar que unos están al servicio de los otros, y son precisamente los que pagan los sueldos de los que no trabajan para la empresa privada, los que al parecer están siendo explotados por los que trabajan en la empresa pública, cosa que debería de ser al revés, y dicho esto, Disenso está muy bien ideado, ya que por lo menos, habrá voces en contra no ya, de los gobiernos sino también una nueva forma de hacer sindicalismo, muy diferente a lo que hay ahora ya que es todo corrupción y más corrupción.
Luís B. de PortoCavallo
Muy bien, sólo que DISENSO NO TIENE NADA QUE VER con el sindicalismo.
Más bien con una supuesta élite que determinará las líneas políticas de carácter liberal que tendrán que ser asumidas sin posibilidad de “disentir”.
Joaquim M.ª Cymbron
Respecto a este tema, en tan detallados puntos, no expreso mi opinión aunque no esté desprovido de un juicio que creo adecuado a la materia aquí expuesta. Como abajo se verá.
Mi conducta, en cuestiones muy concretas con todos los pueblos, obedece a que entiendo que es asunto muy privado de cada uno de esos pueblos. Además, porque hace falta estar al tanto de lo que allí pasa, de forma bien clara.
En cambio, no olvido la magistral lección de Menéndez Pelayo, quien, a propósito de la revolución liberal que aquejó a mi patria, decía: «En Portugal habían ido pasando las mismas cosas y al mismo tiempo que en Castilla, como pasarán siempre, mal que les pese a los portugueses.» (A mí, no me pesa nada!) Y Menéndez Pelayo prosigue: «Una ley providencial y oculta, pero tan evidente como inviolable, lleva por el mismo camino los hados de entrambos pueblos peninsulares, los alza o los abate y los visita simultáneamente con las mismas calamidades en pena de los mismos desaciertos.» — Historia de los Heterodoxos Españoles Lib. VII, c.3, V. Lo mismo, respecto al erasmismo en Portugal, ya lo había sostenido en palabras idénticas — Ib. Lib. IV, c. 3, I.
Por ello, me atrievo a pronunciar, en términos muy secos lo que descubro de negativo en Vox, si lo analiso en las repercusiones que pueden tocar a Portugal. Mi crítica, a lo que Vox ofrece, es pues un resumen deteniéndose en un plan que, de lo concreto e individual, saca lo estrictamente necesario a subir a lo que es más trascendental.
1. Vox nunca me ha iludido. Muestra fiereza para tranquilidad de los tibios; y suelta olor a política de sacristía para sosiego de los sedicentes moderados.
2. No me extrañaría que acabase abriendo los brazos al “Chega” de Portugal, cuyo presidente ya tiene el apoyo de la francesa Marine Le Pen y busca cautivar al italiano Salvini.
3. Si el enlace entre Vox y “Chega” no viene a consumarse, eso quedará a deberse al crónico sentimiento sospechoso del lado portugués hacia su vecino, indudablemente más poderoso.
4. Sin embargo, mucho ha cambiado, por lo cual todo es posible.